Estructura de la entrevista

Estructura y aspectos discursivos de la entrevista escrita

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Periodista más que poeta

René Avilés Fabila (1940)

Autor de ocurrencias (fábulas y narraciones cortas) al servicio de la política y la literatura, René Avilés Fabila parece ser, a primera vista, el más discípulo de los discípulos de Arreola.
Avilés es autor dividido, y si otros escritores secaracterizan por practicar un solo tipo de literatura o se expresan únicamente dentro de ciertos límites, él ejerce, por un lado, una línea de ficción política poco cuidada y tremendamente mortal; por el otro, cultiva una literatura fantástica a la que prodiga más cuidados.

Si se atiende a lo primero, podría jurarse que el enfrentamiento personal será difícil, corrosivo, que habrá agresión. Pero elRené que encontramos nos sorprende, dispuesto y bromista. Para empezar, nos advierte: “Yo llegué tarde a todo, a la política y a la literatura…”

Lo entrevistamos en su nueva casa, todavía sin terminar. En medio de algunos escombros en el jardín delantero y con muchos libros para acomodar en una biblioteca que da envidia, Avilés bromea: “Esto de volverse burgués no es sencillo”

-Al principiotu contacto con las letras fue mínimo ¿De dónde proviene tu formación literaria?

-Proviene del grupo Mester, bajo la tutela de Arreola al lado de Ojeda, Agustín y de la Torre. Ahí aprendí la brevedad, la sugerencia y la autocrítica. Aunque debo decir que a Arreola no le gusta lo que escribo, salvo mis cuentos cortos. Cuando leyó Tantadel dijo que era lo último que leía de un escritor mexicano.En el terreno de las letras tienes tus obsesiones ¿no es verdad?

- Si. Están la política, el amor y la fantasía, que hasta ahora no he podido fusionar en una obra.

Como sea, ¿no consideras que tu literatura fantástica –aunque pueda parecer contradictorio- sea más crítica que la política?

-Totalmente. Mi literatura política está condenada a desaparecer, y espero que la otra no. Hastaahora, increíble pero cierto, algunos de mis cuentos han sido traducidos al serbocroata y al alemán. Creo que se escogen ese tipo de narraciones porque son más universales.

¿Estás convencido, entonces, de que el escritor debe ser una persona politizada?
-Lo primero que el escritor tiene que hacer es escribir, hacer literatura. Lo demás es ganancia. Sin embargo, prefiero que sea un serpolitizado, sobre todo en el caso de sociedades como la nuestra.

-Publicaste El gran solitario de palacio casi inmediatamente después del 68. ¿Crees que el libro carezca de profundidad por su demasiada cercanía al suceso que dio origen?
- Lo escribí de inmediato porque me había impresionado demasiado todo lo sucedido porque lo viví, porque corrí la noche del 2 de octubre para que no me mataran y porqueme fui de México.
Tenía la necesidad de escribir, de denunciar a un sistema que permitía que ocurriera una matanza de esa magnitud, […]
Y es que prefiero no ver las cosas fríamente, como sería el caso de Carpentier, que trabajaba normalmente con materiales históricos. Si me espero a que los hechos se enfríen, la indignación puede pasar. Entonces no haré el libro.
Cuando tengo una idea –y estoes cuestión de la forma en que trabajo-, concibo el libro desde el principio hasta el fin mentalmente. Puedo cambiar en el inter, pero prácticamente tengo todo concebido. Escrito de corrido.

-Y por reacción, según lo que apuntas.
-En ciertos momentos sí. Aunque usualmente mi procedimiento es otro. Los cuentos de Hacia el fin del mundo o La desaparición de Hollywood son producto demeditaciones sobre lecturas y sugerencias, y son materiales que elaboro poco a poco… […]
No, definitivamente, no. La reacción no es mi forma habitual de trabajo. Mi técnica es otra. Como no soy novelista, más bien “hacedor de cuentos”, el método es distinto.

-¿Cuál es el método?
-Buscar un asunto que puede venir de un sueño, de una nota periodística o de una frase. Uno de mis cuentos más recientes...