estructura de mexico
3.2.3 Distribución de la tierraComo vimos en el apartado 3.1.3, el modelo primario exportador diolugar alestablecimiento delos latifundios y las haciendas como grandes extensionesdepropiedad privada,que eranasuvez unidades económicas de cierto dinamismo y cuyos productosestaban destinados enbuena medida a la exportación. Nosreferimos, también, cómo a finalesdel sigloXIXse dio unatendencia a favorecer su desarrollo, en número y extensión, porquelos cambios enelsistemaeconómico internacional habían hecho que los países industrializados demandaran más pro-ductos primarios y estasunidades eran consideradas las empresas másproductivasy eficientesal respecto.Para apoyar este desarrollo,elgobiernofederalemitió una seriede decretos,a partir de los cuales se podían colonizar (privatizar) unaserie de extensiones que cumplieranconlos requisitos de «terrenos olotes baldíos». Amparados enla nuevalegislaciónydenunciando tierrasy lotes baldíos por muchas partes,loshacendadosylatifundistascon frecuencia extendieron sus propiedades sobrelos terrenos de lascomunidades indígenas, creandoasíunatensión, entre éstas y aquéllos,que pocoa pocose fue agravando. También se realizó la privatizacióndeterrenosenlotes que eranentregadosalos jefes defamilia en forma individual, situación que conel pasodeltiempo sirvió para facilitarle a los hacendados el crecimientolegal de sus propiedades.Loscampesinosconlotesque vivían encondiciones difíciles o pasaban por malosmomentos, eran presas fácilesde los
Así se dio una política de concentración de la tierraen pocasmanos,cuya otra cara fue el despojo amplio demuchascomunidades indígenas ycampesinas. Esto fue creando las condiciones para es descontento
rural,quecreció hasta estallar y formar parte fundamental de la RevoluciónMexicana de1910. El ejemplo más claro de este descontento y de estaparticipación revolucionaria lo constituyeelEjército Libertador del Sur y Centro,encabezado por su general en jefe, Emiliano Zapata.En 1917, las fuerzas carrancistas optaron por aceptar la demanda agraristade los campesinos morelenses, como una forma de desmantelar el movimientoarmado de esta región. El espíritudeésta, liquidar los latifundiosy realizar unreparto agrario, quedó plasmado, aunquedeno muy buena gana, en laConstitución Política de la nación, hecho que a largo plazo alteraría la forma enque la distribución de la tierra se había estado dando.Pero en realidad, tanto la liquidación de las grandes propiedades como elreparto a los campesinos fue muy lento y reducido. Del periodo presidencial deCarranza (1915-1920) al de AbelardoRodríguez (1932-1934), es decir, en 19 años,se repartieron 11 '580,833 hectáreas. La cifra puede parecer grande, pero frente ala demanda real de tierra era poco significativa. La tibieza de tal ejecución sedebió a que los gobiernos continuaron protegiendo a los latifundios y a lashaciendas porque las consideraban las unidades económicas más productivas yeficientes, ya que generaban importantes...
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