estudiante de abogacia
La psicóloga Vanessa Narváez Peralta, sostiene que nuestra influencia en nuestras propias vidas va aún más allá delas importantes determinaciones vitales tal y como solemos concebirlas, ya que en realidad lo que acaba determinando nuestra existencia son las pequeñas decisiones que tomamos constantemente sobre cómo pensar y comportarnos. El siguiente proverbio describe a la perfección esta idea:
“Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito ycosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino”.
Más a menudo de lo que solemos reconocer, cuando uno se embarca en el camino del auto-conocimiento y la introspección espera que en algún momento del sendero le invada una gran sabiduría que le permita discernir correctamente entre lo verdadero y lo ilusorio, actuar en consecuencia y así dejar de sufrir. Sin embargo, lainmensa mayoría de las veces, el camino de acercamiento a esta sabiduría vital se recorre mediante pequeños y constantes pasos que suelen requerir además una elevada dosis de atención por parte de quien los ejecuta. Comprender esto es importante, ya que nos ayudará a perseverar y a no desanimarnos al ver que nuestros esfuerzos no se ven recompensados de golpe, añade Narváez Peralta.
Si queremoscambiar nuestra actitud hacia algo o nuestra relación con alguien debemos concentrarnos primero en cambiar nuestros pensamientos o valoraciones hacia esa situación o persona, ya que estos constituyen la semilla inicial a partir de la cual germina todo el resto.
Una vez cambiados los pensamientos debemos materializar esta transformación modificando nuestras acciones. Este paso es tremendamenteimportante, ya que potencia el cambio anterior y aumenta sus repercusiones. No se trata en absoluto de intentar hacer grandes y visibles cambios en nuestra conducta, sino más bien de ir modificando lentamente nuestra actitud hacia las circunstancias, cosa que hará que las recibamos mejor y actuemos ante ellas de forma más tranquila y eficaz.
La clave para que estos cambios de actitud y conducta seafiancen y conviertan en hábitos es la perseverancia, ya que sin ella la transformación será efímera y carente de sentido. Para mantenernos motivados en esta gesta, debemos ser conscientes de que el cambio es gradual, de manera que no será extraño si nos descubrimos a nosotros mismos volviendo a tropezar más de una vez con la misma piedra. Ante estos pequeños traspiés no debemos desanimarnos, sinoestar muy atentos para detectar cuándo y por qué suceden, aceptar su existencia y seguir adelante con el mismo empeño y ganas de mejorar que teníamos al principio, explica la psicóloga.
Es igualmente importante entender que las maneras de funcionar que tenemos incorporadas a nuestro repertorio y que nos generan sufrimiento se gestaron siguiendo el mismo proceso: la semilla inicial fueron lospensamientos, que nos hicieron reaccionar de una determinada manera que, al repetirse, se afianzó en nuestras vidas en forma de un hábito que ha pasado a influirnos en nuestro presente y nuestro futuro. Tener claro este mecanismo es crucial para comprender que para romper estas cadenas de acontecimientos es necesario sustituirlas poco a poco por otras más saludables, finalizó la profesional....
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