Estudiante De Educación Inicial

República Bolivariana de Venezuela.
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior.
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
Núcleo Valera.






Facilitador:
Marisela Delgado.

Participantes:

Angulo Taina C.I 14.328.548
Rojas Annelyn C.I 16.738.562 Zambrano Veronica C.I19.286.821

Aprendiendo a escuchar
Escuchar es un arte. En vez de desesperarnos porque “nuestros chicos no nos escuchan,” podríamos beneficiarnos al examinar la forma en que nosotros escuchamos a nuestros hijos. Escuchamos de diversas maneras en función de nuestro estado de ánimo, nuestros sentimientos hacia quien nos habla, nuestra opinión sobre lo que dice quien habla y, en el casa, nuestraspercepciones sobre el papel del padre.
¿Cómo mejorar mi capacidad receptiva?
 
En una relación de confianza hay que saber escuchar. Debemos demostrar a los hijos que aceptamos y respetamos sus sentimientos. Al igual que la mayoría de las personas, nuestros hijos se sienten más felices y se desenvuelven mejor en un entorno de aceptación y respeto mutuo. Podemos crear ese entorno si aprendemos acomunicarnos con “el lenguaje de la aceptación” (Gordon, 1974).
 
Este lenguaje es parcialmente verbal. Mostraremos a los hijos que les estamos escuchando si nos vemos y sentimos preparados y cómodos; que no les estamos escatimando tiempo. Inclínese hacia delante, de cara al niño, mantenga contacto sin mirarle fijamente, desarrolle la conversación sin barreras físicas, como un escritorio, entreusted y él/ella. Los hijos perciben de inmediato si nuestras palabras no van acorde a nuestro tono de voz o postura.
 
Sobre todo, esté dispuesto a escuchar al hijo y a evitar cualquier tipo de juicio. Enfatice: no es preciso que compartamos las mismas emociones ni percibamos la situación de la misma manera, pero podemos comprender sus sentimientos e intentar entender su punto de vista.  Aprendaa utilizar el silencio. Debemos aprender a limitar nuestra voluntad de controlar todas las conversaciones con los hijos. Deje que hablen. Utilice algunas afirmaciones verbales para mostrarles que está escuchando y prestando atención, pero limite las interrupciones y no malinterprete sus palabras. Los hijos necesitan y merecen la misma consideración que otorgamos a nuestros mejores amigos.¿Cuántas veces cuando nos hablan, oimos pero no escuchamos?, y si nos preguntan algo decimos: ¿me decías? No se debe a que no hayamos oído, es simplemente que no escuchamos. En síntesis, no prestamos atención al mensaje que nos está dando nuestro interlocutor
“Mamá, en la escuela me fue mal”, dijo Pedrito, de 9 años, al llegar a su casa. Martha, acomodando la mesa para el almuerzo, sin siquiera mirarlole contestó: “Eso no tiene importancia, rápido te vas a olvidar”.
Fue verdad que Pedrito olvidó el incidente en la escuela al día siguiente, porque cumplió su tarea, pero no pudo borrar de su mente la actitud despreocupada de su madre. Él también empezó a tratar así a sus amigos, a responderles sin mirarlos de frente y sin prestarles atención.
Dejar el narcisismo
La psicopedadoga Centa Reckafirma que escuchar es una de las virtudes que pocos cultivan. Generalmente, puntualiza, las personas se suelen escuchar a sí mismas y no se toman el tiempo de descubrir la interioridad de los otros, las maneras diversas y distintas con la que los demás  miran y enfocan la realidad. Escuchar tiene que ver con el hecho de tener interiorizado al otro, esto quiere decir, en otras palabras, el habersalido del narcicismo primario para tomar en cuenta las opiniones y los puntos de vista de los otros que nos rodean. Existen personas que son verdaderos autistas sociales pues no toleran que los demás manifiesten la menor disidencia respecto a sus planteos y a su manera de visualizar la realidad. Esto se constituye en una verdadera detención del desarrollo afectivo pues este tipo de personas...