Estudiante universitario

El Financiero Lunes 29 de noviembre de 2010

MERCADOS

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Academia, industria e investigación Administración en tiempo de crisis

S

eguramente habremos escuchado expresiones como

D
tal (CAT); y no falta la pregunta: “¿a poco no voy a tener una computadora que lo calcule por mí?”, lo cual es cierto, pero la mera actitud hace de tal persona un candidato menos deseable que otra quefuera capaz de por lo menos hacer el “programa” computacional. Si se generalizara esa actitud ¿debiéramos estar resignados como país a importar desde el concepto hasta el software y el hardware? Culpar a las universidades de una supuesta falta de aplicabilidad de lo que enseñan, es como culpar al instructor de karate de que no encontremos ocasiones para usar el arte marcial. Si como empresa, porejemplo, estamos dispuestos a pagar cierta cantidad por un software importado y rehusamos siquiera considerar la contratación, aun temporal, de universitarios que pudieran lograr el mismo propósito a una fracción del costo, no nos quejemos ni de las universidades ni del declive competitivo del país. Lo mismo aplica si subcontratamos a unos supuestos especialistas de bufetes con nombresextranjerizados: pagamos hasta sus excentricidades, pero el inveterado malinchismo y el cortoplacismo nos obnubilan. Por otro lado, bienvenida la crítica a los programas de estudio, en forma de propuestas, y que refuerce los canales de comunicación entre la academia y la industria. Más que criticar el contenido de instrucción, debemos valorar (y exigir) de las universidades el aspecto formativo. Unempleador debe poder confiar en que un egresado universitario es un individuo con sentido de responsabilidad, honesto, formal, que tenga la disposición a hacer labores tediosas, pero que en un momento dado sea capaz de generar soluciones con el mínimo de recursos, y para muchos más puestos de los que imaginamos, que tenga las habilidades intelectuales para ver nuevas y mejores formas de hacer o venderlo mismo, y en general para ver hacia el futuro con la empresa. La forma en que se aprovechan es responsabilidad compartida del usuario, quien no debe esperar taumaturgos con toga y birrete, sino empleados confiables, con buena actitud. Es precisamente la comunicación entre empresas y universidades una enorme área de oportunidad para utilizar la investigación en las instituciones de educaciónsuperior como respuesta a las necesidades especiales de la industria, y no entrar en la espiral entrópica de importar todo y exportar nada. Del cuidado que pongamos para las universidades puede depender nuestra viabilidad como país. Dr. Homero Zambrano, profesor del Departamento Académico de Finanzas de la DAF Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey. hzambranomitesm.mx

esde que FrederickWinslow Taylor publicara los princi-

“eso es pura teoría, no funciona en la práctica”, aderezadas con un mohín despectivo, como si el uso fuera aval de virtudes per se (pura teoría, y sin embargo ya somos homines sapientes, por lo menos algunos).
En no pocas ocasiones, semejantes críticas son proferidas por exestudiantes frustrados. A eso tenemos que agregar la nefanda moda, ejemplificada de formapatente en anuncios televisivos, de hacer escarnio especialmente de padres y maestros. Esta mezcla de situaciones dificulta aún más la docencia y la investigación. Ya de por sí es difícil para la academia —como lo pueden atestiguar personas con más de treinta años en el ramo—, la injerencia de los padres en las universidades, pues se ha elevado mucho en la última década, y sigue en aumento. Paralos universitarios del siglo pasado, que sus padres hicieran acto de presencia era simplemente embarazoso; ahora parece que ya no lo es. Un profesor muy experimentado que conozco, describe la educación privada superior como un proceso en el que la materia prima y producto final son los estudiantes, los clientes son las empresas, y el socio capitalista son los padres de familia. ¿Puede el socio...