ESTUDIANTE
La lucha contra el demonio
(Hölderlin · Kleist · Nietzsche)
Revisado por: ABC
Al ProfesorSigmund Freud, espíritu agudo y
Sugerente, dedico este triple acode del espíritu creador
Yo amo a aquellos que no saben vivir más que para desaparecer, porque ésos son los que pasan al otro lado.
NIETZSCHE
INDICE
Introducción
HÖLDERLIN
- La pléyade sagradaInfancia,
La imagen del poeta,
La misión del poeta
El mito de la poesía
Faetón o el entusiasmo
Entrada en el mundo
Encuentro peligroso
Diotima
El ruiseñor canta en las tinieblas
Hyperion
La muerte de Empédocles
Las poesías de Hölderlin
Caída en el infinito
Tinieblas de púrpura
Scardanelli
Resurrección
HEINRICH VON KLEIST
- El perseguido
El inescrutable
Plan de vidaAmbición
La necesidad del drama
El mundo y su esencia
El narrador
El último lazo
Pasión de muerte
FRIEDRICH NIETZSCHE
- Tragedia sin personajes
Doble retrato
Apología de la enfermedad
El Don Juan del conocimiento
Pasión de sinceridad
Hacia sí mismo
Descubrimiento del sur
El refugio en la música
La séptima soledad
La danza sobre el abismo
El educador para la libertadINTRODUCCIÓN
Cuanto más difícilmente se libera un hombre, tanto más logra conmover nuestro sentimiento humano.
CONRAD FERDINAND MEYER
En la presente obra, lo mismo que en la anterior trilogía titulada Tres maestros, se exhiben tres retratos de poetas unidos por una íntima afinidad; pero esta afinidad no debe tomarse más que como algo alegórico. No trato de buscar fórmulas para loespiritual, sino que plasmo espiritualidades. Si en mis libros, con toda intención, coloco siempre unos retratos junto a los otros, lo hago para lograr un efecto pictórico, como lo hace el pintor que, buscando efectos de luz y de contraluz, logra poner de manifiesto, por medio del contraste, cualidades y analogías que de otro modo quedarían ocultas. Siempre me ha parecido la comparación un elementocreador de gran eficacia, y hasta me gusta como método, ya que puede ser usado sin necesidad de forzarse; así como las fórmulas empobrecen, la comparación enriquece, pues realza los valores, dando una serie de reflejos que, alrededor de las figuras, forman como un marco de profundidad en el espacio. Ese secreto plástico lo sabía ya Plutarco, ese antiguo creador de retratos, quien, en sus Vidasparalelas, presenta siempre un personaje romano a la par que uno griego, para que así, detrás de la personalidad, pueda verse de modo más claro su proyección espiritual, es decir, el tipo. Algo parecido a lo que perseguía ese ilustre escritor antiguo dentro de la biografía histórica, lo intento alcanzar yo en la presentación literaria de personajes. Esos dos volúmenes son los primeros de una serie enproyecto que llamaré: Los constructores del mundo, Tipología del espíritu. Nada, sin embargo, más lejos de mi intención que querer ver un rígido sistema en el mundo de los genios. Psicólogo por pasión, plasmador de la voluntad creadora, realizo solamente mis aficiones dejándome arrastrar por aquellas figuras que más profundamente me atraen. Así pues, por mis tendencias, queda creada una vallaopuesta a toda idea de delimitación. No lo lamento, pues lo fragmentario sólo asusta a aquel que cree en sistemas dentro de las fuerzas creadoras y que, orgullosamente, se imagina que el mundo del espíritu, mundo infinito, puede ser encerrado dentro de un círculo; a mí, por el contrario, lo que me atrae de ese vasto plan es precisamente eso: que no tiene límites, porque toca al infinito. Y así,lentamente pero con pasión, seguiré elevando ese edificio que empecé al azar, con mis manos llenas de curiosidad, en la incertidumbre del tiempo que, como un pedazo de cielo, se cierne sobre nuestra vida.
Las tres épicas figuras de Hölderlin, Kleist y Nietzsche tienen extrañas afinidades en los destinos de su existencia. Los tres, arrancados de su propio ser por una fuerza poderosísima y en...
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