Estudiante
Mi Planta de Naranja-lima
En esta enternecedora obra José Mauro de Vasconcelos relata una realidad común en el ambiente de las favelas brasileras: pobreza, desesperanza y violencia. Escrita desde la perspectiva del protagonista, un niño lustrabotas de cinco años, conserva el elemento de optimismo infantil y escapismo lúdico como es el personaje titular de la obra,la planta de naranja-lima a quien el niño adopta como confidente de su vida atribulada por la violencia doméstica, que al fin se supera con la restauración de la estabilidad económica de su hogar al encontrar trabajo su padre. Los seis meses de desempleo de éste marcaron una etapa intensa en la vida del protagonista. La falta de protección de los padres, el maltrato y la contemplación de lamuerte como salida a su desesperada situación precipitaron la forzada madurez de un pequeño inocente.
Al centro de la tragedia que vivió Zezé está la falta de protección de su padre quien en lugar de corregir a su hijo, lo maltrató cruelmente al no saber comprender su precocidad y carácter juguetón. El hogar de Zezé es numeroso y de escasos recursos, mantenido por la madre trabajadora cuya faltade supervisión en casa explica en parte la dinámica familiar del cual Zezé es víctima. “Mamá debería estar llegando del centro. Algunas veces hacía guardia en el Molino Inglés y la veíamos los domingos” (de Vasconcelos, 127). En este abandono es que Zezé se siente el rodapié de la familia, sufriendo alguna golpiza diaria. Su única fuente de compasión es su hermana Gloria, “-¡Un día de éstosustedes matan a esta criatura y quiero ver qué pasará! Son unos monstruos sin corazón” (de Vasconcelos, 124) . Sin la protección paternal, un niño buscará saciar esta necesidad básica con cualquier extraño, felizmente en el caso de Zezé se le presenta primero Don Ariovaldo y luego Manuel Valadares o “Portuga”, ambos hombres buenos y sabios. “ -¡Santo Dios! Nunca vi una almita tan sedienta deternura como tú” (de Vasconcelos, 151). Es lamentable que el padre, por pobre que sea, no sepa amar a su pequeño hijo, disimulando su angustia personal y ofreciendo la protección que solo a él le correspondía dar. Sobre esto opina el Dr. Benjamin Spock,
“un niño solo puede imitar a un padre de quien se sabe amado y aceptado. Si el padre acostumbre mostrarse irritable e impaciente hacia el niño,éste probablemente se sentirá siempre incómodo en la compañía de su padre y de otros varones” (Spock, 54).
La disciplina es un mal necesario en toda niñez. Según las circunstancias, incluso una nalgada o pequeño sacudón, puede corregir una mala acción a tiempo. “-Mamá es buena; cuando me pega lo hace con pena y despacito” (de Vasconcelos, 38). Sin embargo es necesario recalcar que en ningúncaso es admisible la humillación ya que resulta en crueldad. “Otra bofetada, otra y otra más. Las lágrimas, sin querer, saltaban de mis ojos. -¡Vamos, continúa cantando!” (de Vasconcelos ,128). Todo castigo tiene que equilibrarse con el amor y la sabiduría. Sin embargo, en el hogar de Zezé, se trataba de un abuso permanente que no podría considerarse jamás una disciplina. “ El cinto silbaba conuna fuerza terrible sobre mí […] me fui cayendo, encogiéndome en un rinconcito de la pared. Estaba seguro de que me iba a matar” (de Vasconcelos, 129). Cuando el progenitor deja de ser padre y se convierte en abusador, el desprotegido hijo le perderá todo respeto, y rechazará cualquier disciplina válida que en principio lo habría motivado. Por otra parte, Zezé recibe bien la corrección que lehace Portuga quien le da un tirón de orejas, una sola nalgada sobre el pantalón y un corte sermón cuando lo descubre de polizón en su camioneta. Un ser humano que recibe un correctivo entiende desde su dignidad inherente, si ha sido excesiva. El que lo administra en cambio, debe antes serenarse para buscar la medida más justa, y cimentará a la larga una buena relación padre-hijos.
La muerte...
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