estudiante
I
DE
NAMI XO
NADA MENOS QUE
TODO UN HOMBRE
PQ
6¿i39
.
N3N34
1900Z
c.
1
ROBARTS
A NOVELA LITERARIA
BUENOS AIRES
Cap. 20
-
Int.
23 cU.
-^
^
Presented
to the
LIBRARYo/í/ie
UNIVERSITY OF TORONJO
by
JOHN SIME
Nada menos que
todo un hombre
MIGUEL DE ÚNAMUNO
Nad a menosque
todo un hombre
NOVELA
EINTOftlALCU5IDAD
LA .NOVELA LITERARIA
BUENOS AIRES
Del grande y queirido don Migiuel, niaesitro de juventiuld, ea
novelita tan llena de calor y originalidad. TJna:niuno es n\n
Unamuno, recio como una ©ncina de su tierra vasca, es calurosamente discnti'do; pero bien puede estar seguro que las
nuevas generaciones de América se le dan con aanor. Sus
arrestos briosos, sai perpetuo renovarse, lasentusiiasma.
Y no sólo abflite Unamiuno, crea también. Si en una mano
empuña el garrote, lleva la olra abarro'tada de ideas que lanza
a la vemtiur;!, prtiidigamente. Es un pensante creaidor de belleza: "Amor y Pedagogía", "La Vida de Don QuTjote y Sancho", "Ensayos", "Paz en la Guerra", "Niebla..." y tantos
es'ta
otros libros (Mijinidiosos,
;isí
lo
atestiguan.
Nada
menos que todoun
hombre
La fama de la hermosura de Julia estaba esparcida
la comarca que ceñía a la vieja ciudad de Renada era Julia algo así como su belleza oficial, o como
uu monumento más, pero viviente y fresco, entre los tesoros arquitectónicos de la capital. "Voy a Renada,
decían algunos,
a ver la catedral y a ver a Julia Yáñez". Había en los ojos de la hermosa como un agüero
de tragedia. Suporte inquietaba a cuantos la miraban.
Los viejos se entristecían al verla pasar, arrastrando tras
de sí las miradas de todos, y los mozos se dormían aquella
por toda
;
—
—
noche má.s tarde.
Y
ella,
consciente de su poder, sentía
pesadumbre de un porvenir fatal. Una voz
muy recóndita, escapada de lo más profundo de su conciencia, parecía decirle: "¡Tu hermosura teperderá!".
sobre
sí
la
Y
se distraía para no oiría.
El padre de la hermosura regional, don Victorino Yáñez, sujeto de muy brumosos antecedentes morales, tenía puestas en la hija todas sus últimas y definitivas esperanzas de redención económica. Era agente de negocios, y éstos; le iban de mal en peor. :Su último y supremo
negocio, la última carta que le quedaba por jugar era
la hija. Teníatambién un hijo, pero era cosa perdida,
y
bacía tiempo que ignoraba su paradero.
Ya no no.s queda más que Julia,
solía decirle a su
mujer
Todo depende de cómo se nos case o de cómo
—
:
—
—
— 6—
!
MIGUEL
DE
N A M
U
ü
N
O
hace una tontería, y me temo que la haga,
estamos perdidos.
¿Y a qué llamas hacer una tontería?
Ya saliste tú con otra. Cuandodigo que apenas
si tienes sentido común, Anacleta
¡Y qué le voy a hacer, Victorino! Ilústrame tú, que
eres aquí el iiuico de algún talento.
'Pues lo que aquí hace falta, ya te lo he dicho cien
veces, es que vigiles a Julia y le impidas que ande eo)i
esos noviazgos estúpidos, en ([ue pierden el tiempo, las
proporciones y hasta la salud las rcnatenses todas. No
quiero nada de reja; nada depelar la pava; nada de no-
la casemos. Si
—
—
—
—
.
.
.
vios estudiantinos.
—¿Y qué
—
le
voy a hacer?
a hacer? Hacerla comproider que el
porvenir y el bienestar de todos nosotros, de tí y mío,
y la honra, acaso, ¿lo entiendes?
^¿Qué le
—
vaí5
entiendo.
lo entiendes! La honra, ¿lo oyes?, la honra
familia depende de su casamiento. Es menester
'Sí.lo
— ¡No, no
de
la
que
se
haga
valer.
—¡¡Pobrecilla
—
•
¿Pobrccilla? TjO (|ne hace falta es (juc no (Mii])itM'e a
echarse novios absurdos, y que no lea esas novelas disparatadas que lee, y (}ue no hacen sino levantarle los
cascos y llenarle la cabeza de humo.
'¿Pero qué quieres que haga?.
Pensar con juicio, y darse cuenta de lo (|ue tiene
con su hermosura,...
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