estudiante
por Mirta Sofia Brey
Socios | Buenos Aires (Argentina) | 10 de marzo de 2010
I - La mundialización ha producido cambios en las relaciones sociales y, en particular, en las relaciones de trabajo, una de cuyas características es la irrupción masiva de la mujer en el mercado de trabajo. Entre 1973 y 1990 la tasa de participación masculinaen el empleo bajó del 88% al 83% mientras la femenina aumentó del 48% al 60%.
La incorporación de la mujer al mercado de trabajo se produjo por dos razones: la primera, su deseo de ser reconocida como individuo y como ciudadano en una sociedad en la que tal reconocimiento depende sobre todo de los aportes financieros que procura un ingreso; la segunda, por la ineludible necesidad de trabajarfrente al desempleo de los miembros masculinos de la familia. Pero esta incorporación se produjo en condiciones tan discriminatorias como las preexistentes, con el agravante de que la mujer fue utilizada como mano de obra de reserva para disminuir la retribución y ofrecer condiciones de trabajo desfavorables.
Si bien algunas mujeres eligen trabajar en lugar de permanecer en el hogar, la gran mayoría,especialmente en los países de menor grado de desarrollo, no lo hacen por elección sino por obligación. Cuando permanecen en el hogar se hacen cargo de una serie de tareas domésticas y de cuidado de personas y bienes, que a menudo son pesadas. Estas tareas las dejan fuera de la esfera del mercado de trabajo y se las califica de “económicamente no activas” aunque realicen actividadesindispensables para la supervivencia y desarrollo de la familia y contribuyan, a veces, en industrias o artesanías destinadas al mercado. Las tareas domésticas, el cuidado y atención de personas (salud, educación, vestido, higiene) y de cosas que constituyen el patrimonio familiar es subvalorado. Esta subvaloración determina asimismo los bajos salarios que perciben las que trabajan como maestras de niñospequeños, enfermeras o empleadas domésticas.
La incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha reducido el tiempo que ellas dedican a las tareas de reproducción (no sólo dar a luz sino también criar, alimentar, educar, cuidar de la salud y ayudar a la socialización de los hijos) y domésticas, pero ha reducido sobre todo su tiempo libre. La falta de tiempo libre obstaculiza no sólo su derecho aldescanso y al esparcimiento sino también a la educación y a la participación en la vida cultural y científica. Cuando la mujer carece de tiempo para realizar todas las tareas de que está a cargo suele descargar una parte de ellas en sus hijas mujeres, lo que a menudo obliga a las niñas a abandonar la escuela. De este modo se encadena el círculo vicioso en que la mujer carece de la formación necesariay debe aceptar los puestos de menor jerarquía, peor remunerados y de condiciones más duras.
II - La contracción del papel que desempeñaba el Estado en la economía, particularmente la drástica disminución del gasto social, perjudica más a las mujeres que a los hombres porque muchos de los servicios reducidos o eliminados las ayudaban a aliviar una parte de sus tareas familiares y a hacercompatible el empleo con la maternidad. La falta de servicios de guardería las obliga a aceptar empleos de tiempo parcial o a dejar a sus hijos al cuidado de otras personas, generalmente mujeres, lo que aumenta la carga de estas últimas. La privatización de los servicios de salud obliga a las mujeres de condición modesta a cuidar ellas mismas a sus enfermos. Como lo indica un documento de las NacionesUnidas:” hay cada vez más pruebas de que al aumentar la pobreza, el desempleo y el desamparo, las políticas de ajuste estructural llegan a exacerbar la violencia contra la mujer, ya que reducen su poder económico y aumentan su carga debido a la disminución o a la pérdida de servicios sociales.”
Las altas tasas de desempleo funcionan como factor de coerción en la negociación en que las empresas...
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