Estudiante

Manuel Sebastián Tusso Zambrano 1072662770
Los siete primeros capítulos dela Ética a Nicómaco, se centran en el desarrollo de varias cuestiones, tales como la pregunta por la identidad del bien, el actuar del hombre, junto a como las ciencias, artes y decisiones se dirigen hacia un bien común, aun cuando cada una tenga sus propios fines. Esto nos lleva a tratar de elucidar cuál, de entre lasmúltiples actividades del hombre, estaría la más acorde con la idea de bien, la cual denomina como eudaimonía (felicidad). Habiéndosenos explicado la jerarquización de las actividades del hombre, los razonamientos nos llevaran a tomar a la política como la más elevada de entre ellas. La política siendo la menos dependiente de las disciplinas y su legisladora, la tendremos como la más cercana yprocuradora del bien, la eudaimonía.

El texto arranca planteándonos varias problemáticas, comencemos por el hecho de que todo actuar del hombre, ya sea dentro del ámbito de una determinada disciplina o la misma cotidianidad, tiende al bien, este como una finalidad intrínseca en el actuar del hombre. Profundizando en el tema, vemos como los fines de las distintas actividades varían, en unosel fin recae a la misma actividad, y en otros casos, en un producto posterior a la misma, pero teniendo en cuenta que ambos casos serian formas del bien. Ahora sumémosle a lo dicho que estos fines suelen estar enlazados a otras actividades y al mismo tiempo subordinadas a ellas, lo cual nos configura una jerarquización de las disciplinas del hombre, y por consiguiente postularemos la existenciade una única disciplina superior al resto y no dependiente de ninguna (esto no suena parecido a la tradicional idea de bien), sobre estas bases Aristóteles sitúa a la política como la disciplina más coherente con el bien del hombre.

Fuera de lo anteriormente dicho, cabría preguntarse ¿en que versan esos fines que enaltecen a la política como la actividad más propia del bien?, Aristóteles noshace el favor de aclarar lo ya dicho, puesto que a ella están subordinadas inclusive aquellas facultades que solemos tener en mayor estima, como la retórica o la estrategia y al mismo tiempo con la capacidad de legislarlas y no solo a ellas sino el actuar de los hombres, y así procurar tanto el bien del hombre como el bien de la ciudad (básicamente se nos postula la necesidad de un orden socialprocurado por las leyes, sopesado y justificado por la objetividad de un bien común).

Tenemos entonces como punto de partida de nuestra investigación a la política, a partir de aquí se nos desprenden una serie de incógnitas, que versaran alrededor de la búsqueda de la eudaimonía. Sócrates nos destaca la dificultad que representa están empresa, por ejemplo presentándonos las nociones denobleza y justicia, centrales en la política, las cuales presentan tantos matices y desviaciones que nos remitirían a convenciones y no a su naturaleza, la misma incertidumbre se nos presenta ante las distintas conjeturas sobre el bien, puesto que muchas veces aquellos establecidos bienes sobrellevan males.
Ya que la política se ocupa de las acciones de la vida y sobre ellas versa, serámenester ser docto en estas cuestiones, por tanto podríamos concluir que los jóvenes no serían apropiados discípulos, ya que su juventud esta investida de una inamovible inexperiencia en las cuestiones de la vida, pero el determinante no recae en la edad sino en la capacidad de un actuar no subordinado a las emociones y paciones sino por la razón, al mismo tiempo nos resalta el hecho de que elconocimiento no será suficiente, puesto que el conocimiento no es el fin de la política sino la acción. Esto nos introduce a una problemática, la necesidad del conocimiento del bien para el buen obrar, algo determinante en Platón, pero que aquí se nos presenta como un factor secundario.

Ahora retomando la investigación, nos topamos con una nueva pregunta, partiendo del hecho de que toda disciplina...