estudiante

Moral y Bienes Humanos
Una introducción a la ética de la ley natural



A mis alumnos:
Los de antes, los de ahora y los que vendrán


Se trata, en efecto, de una cuestión capital:
La vida buena o mala.
Platón, República 578c


(Impreso hasta la 12)(83-86 tb)

Prefacio

Al lector

Estas páginas contienen el intento de formular, de modo claro y directo, una versión de latradición moral más importante de Occidente conocida habitualmente como la ética de la ley natural1. Los cimientos de esta corriente se remontan hasta las ideas propuestas inicialmente por el Sócrates platónico y por Platón ya maduro, por Aristóteles y por los estoicos. Más tarde, estas mismas ideas se incorporaron al pensamiento moral judeocristiano, y han llegado hasta nuestros días como partes desofisticados sistemas de conocimiento moral. El mayor artífice de esta doctrina fue Santo Tomás de Aquino. Su visión, entonces, así como la de los tomistas modernos, serán en este libro mi principal fuente de inspiración.
En el cuerpo del texto, y aunque no pretendo negar mi deuda con mis fuentes inmediatas y remotas2, no haré muchas referencias históricas. Mi intención es más bien discutir lavalidez de ciertas demandas morales en sí mismas, con total independencia del contexto en que fueron concebidas o en el que alguna vez se defendieron.
En consecuencia, este libro ofrecerá una reconstrucción contemporánea de una teoría moral específica. Ésta es la doctrina que el autor ha llegado a encontrar más plausible, aunque nunca perfecta ni sin debilidades. Y es también, sin lugar a dudas, laque mejor representa a la llamada “moral de sentido común” o “conciencia moral ordinaria”.
El texto está dirigido principalmente a estudiantes y a lectores no especialistas en filosofía, quienes sin embargo, en medio de la confusión actual de posturas morales, sienten la necesidad de apoyar su propio pensamiento en una estructura conceptual bien fundada. Sin un entramado razonablemente unido deconvicciones morales resulta prácticamente imposible dirigir la propia vida y ser consistentes en nuestras propias elecciones.
Creo sinceramente que si las razones que presento te convencen, e intentas llevar una vida de exitosa persecución, cuidado y respeto por los bienes que propongo, podrás tener una vida próspera y plena –al menos en cuanto es posible para los seres mortales de un mundoimperfecto.


Agradecimientos

Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que directa o indirectamente contribuyeron en la realización de este libro. A mis colegas del departamento de Filosofía de Georgetown University, por mantener un ambiente estimulante y placentero para el trabajo intelectual. Entre ellos, Denis Bradley fue una fuente inagotable de información y de consejo enrelación con las éticas tradicionales, y Madison Powers tuvo la paciencia de discutir conmigo su postura sobre el principio de doble efecto. Agradezco también a William McGeehan, mi profesor-ayudante por dos semestres, quien hizo agudas críticas consecuencialistas a cada paso de mi argumentación.
Respecto del manuscrito, Alejandra Carrasco y Heath White me hicieron útiles observaciones, HenryRichardson me ayudó para acertar con el título, Walter Pfannkuche me incitó a mejorar la formulación de algunos de mis postulados, y Mark Murphy me entregó detallados e invaluables comentarios para los primeros capítulos del texto. Pero más especialmente que a nadie agradezco a William Haines, quien fue mucho más allá de lo debido en su extensa y reflexiva crítica del libro completo.
Naturalmente, miagradecimiento afectuoso a estos colegas y amigos no significa que ellos estén necesariamente de acuerdo con mi postura en este trabajo.
Por último, quisiera extender mi gratitud a la familia Ryan de Chicago, quien financia la Cátedra Ryan de Metafísica y Filosofía Moral de Georgetown University, que yo tengo el honor de ocupar desde 1997.

Introducción

Escenario original: El Critón

Uno...