estudiante
PERSONAJES
•Narrador
•Roger
•Anita
•Pongo
•Perdita
•Cruella de Vil
•Nani
•Horacio
•Gaspar
•Sargento Tibbs
•Coronel
•Labrador
Esta historia ocurrió en Londres, no hace mucho tiempo.
Narrador_. Dos preciosos y encantadores dálmatas, Perdita y Pongo, vivían felices en una casita del centro de la
ciudad, con sus amos, Anita y Roger.Anita y Roger tenían a su servicio a una dulce
señora, ya mayor, llamada Nani. Aquel día, Nani había limpiado cuidadosamente el sótano, Perdita
estaba a punto de dar a luz.
Pongo y Roger esperaron en el salón, llenos de impaciencia, el gran acontecimiento. Por fin se abrió la puerta del sótano yapareció Nani.
Nani_. (Exclamo) ― ¡Son nueve!
Anita_. (Grito)― ¡Once! ― ¡No, trece!
Narrador_. Poco después, se enteraron del número definitivo: ¡Quince!, Pongo se sintió orgullosísimo... y completamente feliz.
Roger_. (Pregunto) ― ¿Qué vamos a hacer con tantos?
Nani_. (Respondió, meciendo a los tiernos cachorritos) ― ¡Quedarnos con ellos, naturalmente!
Narrador_. Precisamente esa noche,la malvada Cruella de Vil fue a visitar a Anita, su antigua amiga del colegio. Cuando vio los cachorros, quiso comprarlos todos.
Cruella de Vil_. (Pregunto) ―Yo pagaré lo que me pida.
Roger_. (Respondió señalando la puerta) ―No están en venta.
Narrador_. Pongo empezó a gruñir y a enseñarle los dientes. Entonces Cruella, furiosa, se fue dando un portazo.
Cruella de Vil_. (Murmuró al salir) ―¡Quiero esos cachorros! ― ¡Y los tendré!
Narrador_. Entonces se dirigió a casa de sus esbirros, Horacio y Gaspar, y les expuso su malvado plan.
Cruella de Vil – (Murmurando dijo) ―Esperaremos a que les salgan las malditas manchas en la piel. Y entonces, aprovechando el paseo nocturno de Pongo y Perdita con sus amos, actuaremos.
Narrador_. Aquella noche, como siempre, Roger y Anita fueron a dar unpaseo por el parque, después de dejar a los cachorros dormidos y al cuidado de Nani.
En cuanto Horacio y Gaspar les vieron alejarse entraron en la casa, encerraron a Nani y metieron en un saco a los perritos.
Cuando regresaron Roger llamó a la policía, los cachorros había desaparecido. Pero Pongo y Perdita pensaron que la llamada del crepúsculo, el teléfono perruno, sería de mayor ayuda.Pongo_. (Ladró con todas sus fuerzas) ― ¡GUAU! ¡GUAUUUU!
Narrador_. Su mensaje acabó siendo escuchado afueras que fue pasando de esta manera el mensaje por todos los rincones del país. Por fin la noticia llegó hasta el Coronel de la granja junto a la mansión de Vil.
Sargento Tibbs_. (Dijo) ― Quizás estén allí
Coronel_. (Preguntó) ― ¿Dónde?
Sargento Tibbs_. (Dijo) ― Esta noche he oído ruido en lamansión. Me dio la impresión de que había muchos cachorros, porque no paraban de ladrar.
Coronel_. (Ordenó) ― ¡Vamos a echar un vistazo!
Sargento Tibbs_. (Exclamo asombrado al asomarse por la ventana) ― ¡Por mis bigotes! ― ¡Son muchísimos! ¡Tendremos que comunicarlo a Londres rápidamente!
Narrador_. Pongo llevaba toda la noche junto a la ventana.
Perdita_. (Dijo) ― Escucha... ¡GUAU, GUAU,GUAU! Los han encontrado en una antigua casa de campo.
Narrador_. Los dos perros se pusieron en marcha y corrieron hasta que por fin llegaron a la granja del Coronel y sus compañeros. Allí les pusieron al corriente de lo que habían visto. Cuando llegaron a la casa, los esbirros de Cruella estaban viendo la televisión. Aún no había llegado el terrible momento: tenían que matar a los cachorros.Perdita_. (Dijo contando los perritos) ― Son muchos... 1, 2, 3,4..., 65...,98... ¡Pongo, son 99!
Pongo_. (Murmuró) ― No te preocupes ― Los llevaremos a todos.
Narrador_. Y sigilosamente por un agujero fueron saliendo uno a uno sin que Horacio y Gaspar se dieran cuenta. Pero al acabar el programa de TV que estaban viendo comenzaron a buscar por todos los rincones.
Cruella de Vil_. (Gritó en ese...
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