Estudiante
Me acerque a un carro para ofrecerle chicles al conductor gordo con un rastro de salsa en su barba, pero antes de decir una palabra ocurrió ahí en medio deuna mierda de perro seca y chicles caducados desde hace un año, lo miré mientras mi caja de chicles caía, pero no fue una mirada de esas en las cuales la gente te dice que no tiene cambio para comprar un chicle, no, era una de esas miradas que te desnudan el alma, una de esas miradas que te da el vendedor de hot dogs cuando le pides más salsa, como si supiera que era lo que quería que hiciera, comosi la salsa para tu salchicha no fuera suficiente, era exactamente la mirada de la comprensión, entonces se acercó y sentí su esencia, axila con olor a perro mojado y un toque de animal medio muerto, y al arrodillarse pude mirar su precioso bello axilar perfectamente trenzado pero eso no era todo, debajo del brazo tenía un tatuaje que aunque no pude descifrar lo que era exactamente sabía que eratan perfecto como él mismo. Empecé a juntar los chicles uno por uno y los metí en la caja.. de pronto sentí un toque de la yema de mi dedo gordo con su sucio con su dedo mocho lleno de mugre, y pensé en un mundo perfecto lleno de ponis chiquitos con alas de pollo y bebes con pañales llenos de mierda cayendo de un precipicio donde su destino era caer en un puesto de tortas, pensé en todos en todoslos detalles de un vagabundo, pero no era un vagabundo cualquiera , era mi vecino el vagabundo llamado Policarpo, vivía a un lado del puesto de tortas y siempre tenía el vaso de una licuadora encima de la cabeza y se le veía la rayita del trasero llena de bello rizado; levante la mirada y vi esa similitud de la raya que partía el trasero del vagabundo con… su sonrisa llena de bello rizado, oh diosera como el pasillo que se encuentra entre una habitación y otra, negra y con un gran vació dentro, con ve tu a saber que trago el día anterior, parecía como si se hubiera comido a su abuelo muerto, pero era perfectamente besable.
Entonces me levante y lo miré, el me miro y con su mirada lo dijo todo, el me deseaba ahí mismo arriba de ese carro, quería perseguir el amanecer conmigo mientraslimpiábamos su triciclo y así pedalear hasta que las llantas se poncharan por mi trasero demasiado gordo, quería todo de mí, mis chicles, mi suciedad, y yo quería todo de él, su axila sudorosa y la trenza perfecta que habitaba en ella, quería esa barba de chivo que bailaba al son del viento y ese tatuaje que se mostraba por debajo de tu axila.
Entonces hablo.
-Vas tomar tu caja de chicles,maldita gorda mugrosa o te me vas a quedar viendo todo el día como si fuera una maldita torta con mucha salsa.
-Lo vi- fue lo único que fui capaz de decir
-Qué?-dijo el mostrando duda en sus hermosos ojos de borrego
-Vi tu tatuaje, el que está debajo de tu axila, ¿Qué significa?
-Significa que no me bañe el otro día y hay mugre ahí y tal vez en otras partes de mi cuerpo que no quieres saber.-Quieres que te bañe?-pregunte
-Oh por dios, vas a lavar el maldito auto o quieres coquetear con esta vieja gorda, con cuerpo de borrego deformado?-murmuro el conductor del carro
-No estoy coqueteando con ella jefesito, es que esta me aventó sus chicles encima, maldita vieja loca.
Omití ese detalle, era cierto, en cuanto lo vi supe que era mi hombre, el hombre con el que quería tener mini vendedoresde chicles con aspecto a una chiva gorda y perseguir el amanecer mientras comíamos tortas ahogadas, que más podía hacer?
-Yo lo siento, quería espantar una mosca…
-Moscas? Jaja estás loca? estamos en invierno-murmuro el elegido
-Creí ver una-murmure
-Jajaja te dijo mosca- murmuro el chico del carro
-Okay ya te puedes ir a buscar alguien que quiera tus chicles medio podridos y con sabor a...
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