Estudiante
Era una vez una familia Awà que vivía internada en lo más profundo de la selva entre Ecuador y Colombia en una chocita echa de Chonta y con techo de paja; padre y madre, diez hermanos tres de ellos con sus esposas e hijitos, un bebe y los abuelitos la habitaban.
Manuel un pequeño de apenas siete años, de piel canela, ojos rasgados y nariz puntiaguda, vestido casi siemprecon una camiseta de su equipo favorito la cual se la había regalado un señor que estaba de paso por el pueblo y la cuidaba con mucho recelo, unos pantaloncitos verdes de paño con varios parches y las típicas botitas de caucho.
María una mujer pequeña y acabada por tantos partos, de cabello negro largo, unos ojos negros muy bellos y una sonrisa que aunque sin algunos dientes lucia con orgullo,vestía una camiseta desgatada, una falda de tela celeste larga y una canasta de cabuya que se colocaba en la cabeza; su espíritu emprendedor la caracterizaba, ella deseaba que su hijo Manuel viajara a Tulcán a estudiar para que saliera de la pobreza y llegara ser un medico respetable y que después pudiera ayudar a todos sus familiares y amigos que vivían a la deriva porque el gobierno poco sepreocupaba de ellos.
Un día que salieron a la feria de Chical se encontraron con que les habían mandado una carta de la ciudad de Tulcán, se acercaron a uno de los buses de Trans Norte porque el chofer los había llamado.
-¿Cómo esta primita?- le dijo el chofer
-Lo mismo de siempre primito y ¿Por qué me llamo?
-Lo que paso mi primita es que le llegó esta cartita de Tulcán-
-Para mí primito-
-Si-
Yasí acabo de comprar lo poco que pudo con lo que tenía y se regresó para su casita en el interior de la selva.
La carta estaba escrita en su lengua madre el Awa Pit en donde su hermano Josefino le manifestaba que había encontrado un trabajo como albañil, que la vida había sido dura pero con trabajo y esfuerzo había podido reunir suficiente dinero para comprar un terrenito y que más adelanteconstruirá su casa; también le proponía que si ella quisiese podría enviar a Manuel para que ingresara en la escuela que el gustoso estaría de recibirlo.
María quedo impactada con la noticia en sus ojos rasgados se podía notar con claridad su asombro a la luz de esos ojos negros; de inmediato le respondió a su hermano dándole a conocer que estaba muy agradecida por la gran oportunidad que le estababrindando a su hijo y que el lunes siguiente estaría en Tulcán para conversar sobre ello.
Esa noche cuando todos estaban cenando un pajarraco que unos de sus hijos mayores había casado les conto la gran noticia a sorpresa de todos.
-Muchacho tengo que contarles algo-
-¿Qué?
-Su tío Jacinto quiere que Manuel vaya a estudiar a Tulcán, que les parece- les comento emocionada
-Enserio mamá-pregunto el Manuel con vos queda
-Si Manuelito, hijito adorado podrás estudiar y hacerte doctor de grande-
-Mamá eso no es para uno de nosotros, la gente blanca nos mira como con miedo cuando salimos a Chical, imagínate en una ciudad tan grande como Tulcán como serían los problemas- dijo el mayor de los hermanos
-Es verdad mujer las veces que hemos salido a la feria mucha gente nos rechaza por cómosomos- dijo el padre muy sereno
En verdad María estaba tan entusiasmada que se olvidó por completo que las personas de la ciudad los trataban a ellos como animales, asegurando que no sirven para el estudio y lo que deben hacer es trabajar como peones, recogedores de basura y otros tantos empleos que otros se niegan a hacer, esa noche la madre no pudo conciliar el sueño.
A la mañana siguienteestaba tan decidida y feliz de mandar a estudiar a Manuel a Tulcán que no le importaban las críticas y las burlas de muchas personas cercanas a ella, lo que más deseaba era que esa realidad cambiara, que los Awà fueran más que animales que se esconden en la selva como la sociedad pensaba.
Toda esa semana prepararon lo poco que tenía Manuel de ropa y el sábado se embarcaron en un Bus directo a...
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