Estudiante

Sus pómulos dormidos en mi hombro. 
Secuencias que desbordan mi estabilidad, que alegran y no, que duelen y también. Sus manos no duelen. Y salió a buscarme, caminaba sola por su mismo camino, élcaminó mis calles. Me buscó. Me encontró. Lo busqué. Nos encontramos. Reencarnación. ¿Me duele André? me cuida su “yo”. Mi panza vibra…
Su piel, su cuerpo, su adentro, su ser, su no ser, su afuera, susojos, sus pestañas, su risa, sus caricias, asimilación de lo perfecto inconsciente. Esa vibración envuelta.
André. Sí, sensaciones extrañas desde el instante mismo en que escuché su voz, escalofríosque recubren el diminuto envase mío, el síndrome de la vergüenza que se hace crónico cuando sus ojos me enfocan.
Lo único que nos unió aquella noche en su cama mientras dormíamos fueron nuestraspiernas y de vez en cuando sus manos o las mías en su espalda o en la mía. Mi panza ya no…
Sonrisas. Deseos profundos de encontrarte pronto. Capricho. Despecho. Dolor. Anhelos. Sueños. La permanentesensación de que vas a volver y aquí voy a estar, esperando volver a sentir eso que sentí mientras me escribías desde allá.
Derrapando sentimientos por donde sea.
Maldita mina. Insensible.
Desesperadapor tenerte lo más cerca posible, sólo tenerte cerca.
Que no haya más palabras, ni límites, que no importe nada.
Saber quién sos, cómo sos, qué sentís, cómo sentís.
Y él me espera…y yo no voy…porque aún estoy volando, porque aún no puedo estar.
Si no encuentro un lugar con él, dependerá de quien esté conmigo.
Mi corazón quiere llegar hasta él. ¿Con quién? ¿Depender? ¿Corazón? ¿Sentir?Sentir…“¿Sentís?” me preguntó una vez, y yo envuelta en un mar de placer cuasi infinito en donde todo, además de ser hermoso, era REAL.
Estaba vibrando algo inexplicable ¡y el maldito preguntaba si loestaba sintiendo!
Y él ahora acá, jugando a ser/estar lejos…con un teclado de una máquina…no conmigo.
Que no valga la pena, sino la alegría. Que es mejor ocuparse y no preocuparse.
Que sigamos...