Estudiante












La Máscara












Lorenzo se levantó de la cama, gritando súbitamente.
“Ya es la tercera vez que me pasa”, pensó. Estaba sudado y la cabeza le dolía. Miró la hora en su teléfono: una de la mañana.
Se incorporó en su habitación, y mientras se dirigía al baño tropezó con una caja llena de papeles que había tirado al suelo la noche anterior. Cayó y sucabeza chocó contra la pared. Se levantó maldiciendo a gritos, con los ojos llorosos y frotándose la cabeza. Llegó al lavabo, abrió el grifo y se mojó la cara con las manos temblorosas. Sabía que no iba a poder dormir más esa noche.
“Y en el trabajo estaré medio dormido, estupendo…”
Hacía una semana que el departamento de policías recibía llamadas de personas llorando desconsoladamente,informando que algún familiar había muerto. Todas las víctimas tenían puesta una máscara. Estaban hechas de madera blanca como la nieve, y tenían unos ojos redondos enormes, tallados en la máscara, y pintados con un rojo color sangre. Empezaron a acreditar estas muertes a un asesino en serie, llamado ‘La Máscara’.
Lo curioso es que no podían saber por qué la gente moría. No había rastros, no habíahuellas, ni marcas en los cuerpos, no se oían las muertes, nada.
-¡Cada día aumenta la cantidad de muertos, y nadie sabe por qué!, había dicho el comisionado Rojo, días atrás. Si no encontramos a este loco, la prensa nos hará pedazos y la gente entrará en pánico. No podemos permitir eso. Necesito que lo encuentren. Y si no lo encontramos, y si siguen aumentando las muertes… Todo el mundo tiene queayudar en esto. Sobre todo tú, Lorenzo. Tienes experiencia en estas cosas. Necesitamos agarrar a este loco en una semana, ¿entendido?
Ya había pasado una semana, y Lorenzo no encontraba nada. Ya iban más de cuarenta personas fallecidas en tan sólo siete días. La gente estaba aterrorizada. En la puerta de la comisaría había multitudes que gritaban por ayuda y se quejaban de la ineptitud de la policía.Los periodistas, como había dicho Rojo, estaban destruyendo a la entidad policial. Anoche Lorenzo miraba las noticias por televisión, cuando legó este tema viral. Hablaban de él, de su ineptitud, lo estaban haciendo pedazos.
-El inspector Lorenzo Verón, encargado de investigar estas trágicas muertes causadas por ‘La Máscara’, no parece hacer un gran trabajo para tratar de averiguar por quéocurren. Cada día aumenta el número de fallecidos, y no saben por qué… A eso llamo falta de profesionalidad.
Lorenzo, furioso tras escuchar lo que decían de él, había lanzado al suelo una caja llena de información de los muertos, la misma con la que se tropezó hace poco: Qué edad tenían, dónde trabajaban, cuáles eran sus pasatiempos. No había nada que los relacionara, absolutamente nada.
Se recostóen su cama, tratando de pensar por qué ‘La Máscara’ mataba a tanta gente. Tenía que haber una razón. Pero no la encontraba, y eso lo consumía.
A las cuatro de la mañana, llamaron a su celular. Lo tomó rápidamente, y vio que lo llamaba Martín, su ayudante.
‘Debe ser otro muerto…’, pensó. Contestó el teléfono, preguntando:
-¿Ahora qué pasó?
-Tienes que venir ahora. Estamos en el sur de laciudad.
-¿Joder, otro muerto?
-Varios…Pero esto es diferente. Te lo explico mejor después. Apúrate.
El corazón de Lorenzo empezó a latir más deprisa. Se vistió rápidamente y salió a la oscura y fría calle. Tomó un taxi y se dirigió al sur de la ciudad. Llamó nuevamente a Martín para saber exactamente dónde era el crimen. Era en una plaza pequeña, con una estatua en el centro. Tuvo que salir del taxiuna cuadra antes de llegar debido a la barrera de seguridad. No sabía qué estaba pasando, hasta que estuvo a unos veinte metros. Sintió un escalofrío espantoso que empezó en su nuca y que bajó hasta los dedos de los pies.
No eran los muertos los que tenían puestas máscaras, sino la estatua de la plaza. Un héroe de la independencia iluminado por luces puestas por toda la escena del crimen tenía...