estudiante
Iluminados por ella, todos, pero especialmente los laicos, deberán participar activamente en la construcción del Reino de Jesús, en unproyecto de pastoral orgánica donde, en comunión con la Iglesia, sean ellos los primeros y más comprometidos actores. Los laicos son hombres de la Iglesia en el corazón del mundo y hombresdel mundo en el corazón de la Iglesia. Puesto que su misión específica se realiza en el mundo, con su testimonio y su actividad, les corresponde contribuir significativamente a latransformación de las realidades y a la creación de estructuras justas, según los criterios del Evangelio (DA 226), optando cristianamente por las mediaciones partidistas que la política del paísles ofrece.
El DA, en un tercer momento, nos señala el espíritu y el estilo que nos debe guiar en esta aventura del seguimiento de Jesús y en la misión de construir su Reino de vidaplena para todos. Éste debe ser el amor: «ámense los unos a los otros como Yo los he amado» (Jn. 15, 12) y la generosidad sin límite del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37). La misión de losdiscípulos consiste en hacerse prójimo de los necesitados; en comunicar la vida nueva de Cristo a todos los pueblos y servirla para que sea plena también para los pobres y excluidos. Reiteramosque esta vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y tiende a desarrollar en plenitud la existencia humana en su dimensión personal, familiar, social y cultural (DA 369).
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