Estudiante
Mónica Barrón Echauri
Cuando la Independencia se hubo consolidado, comenzó a manifestarse la necesidad de contar con una galería de héroes de la patria; sin embargo, los retratos tuvieron que ser creados a partir de copias o bien, de las descripciones de quienes los conocieron.
De entre los actores de la insurgencia, la figura de José María Morelos yPavón se impuso por haberse revelado como el gran estratega de la guerra, el caudillo enérgico, disciplinado, severo, agudo y de mirada penetrante y quizá por eso se convirtió en uno de los personajes más presentes en la iconografía de la Independencia.
Los estilos
Durante el siglo XVIII, en la Nueva España estaba de moda hacerse retratar por los pintores de la Academia de SanCarlos, puesto que era símbolo de estatus y el gran espejo donde se reflejaban los grupos de poder. Los últimos matices del barroco aún se observaban en las pinturas: los personajes eran retratados con sus atuendos y otros objetos, tales como abanicos, jarrones o muebles. Siguiendo este mismo canon se complementaba la ornamentación con una escenografía de fondo que permitiera mostrar, hasta dondefuera posible, la magnificencia de sus residencias: los cortinajes, la riqueza de sus telas traídas de Europa o bien, los patios. Con ello se ponía de manifiesto la importancia del estatus y no la personalidad del retratado.
Las miradas femeninas generalmente eran esquivas y las damas aparecían ataviadas con joyas y ostentando complejos peinados. La alta jerarquía eclesiástica se retratabacon todos los elementos que denotaran su posición dentro de la Iglesia. También era común que los personajes posaran de perfil o en tres cuartos, pero nunca de frente, con lo que se dificultaba aún más captar su mirada, su sonrisa o su expresión facial, y distanciaba al personaje de su propia individualidad.
Finalmente, era común que se agregaran leyendas que enunciaran el títulonobiliario y en ocasiones mencionaban las dotes morales y el estatus del retratado, lo que compensaba la falta de una introspección psicológica del mismo. Sumado a esto, con las reformas borbónicas la corona española pretendía controlar cuantas obras se produjeran estableciendo criterios únicos y clasistas, como ocurría en Europa. El resultado fue que se realizaron retratos acartonados que adornabanlos salones de las casas novohispanas en las que el prestigio quedaba a la vista de todos.
Los cambios políticos surgidos a partir de la Ilustración habían traído consigo una nueva corriente estética, el neoclasicismo, que empezó a dominar paulatinamente los criterios de las academias de pintura, y la Nueva España no fue la excepción. Los propios artistas fueron quienes introdujeron esoscambios, y así el individuo comenzó a adquirir importancia ya no por su estatus, sino por su personalidad o su destacado intelecto.
El poder y el arte
Las reformas borbónicas impuestas en la Nueva España comenzaron a afectar también en otros sentidos la vida de sus habitantes: en el ámbito del arte, la academia de San Carlos había sufrido un revés con la suspensión de aportacioneseconómicas, y el estallido de la guerra de independencia le acarreó una gran crisis que se manifestó en la falta de apoyo y de pintores de calidad que quisieran aportar su visión a los hechos en curso; por ello, la producción artística decreció notablemente entre 1808 y 1840.
En estas circunstancias, la pintura del retrato sufrió dos cambios importantísimos: por un lado, comenzó adecaer la actividad retratística de la alta sociedad, que gustaba del gran formato, puesto que se complicó su elaboración; y por el otro, con la escasez de pintores de la Academia, los artesanos iniciaron una manera diferente de plasmar la imagen, lo que implicó que el retrato se volcara hacia el individuo, que ahora cobraba una nueva importancia social con el inicio del levantamiento insurgente....
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