Estudiante

Agosto
Cruel noche de domingo
Luces de tiendas
Olores de cintas adhesivas
Y plásticos.
Y su rostro,
Sorprendido, perplejo,
Tras sus manos pequeñas y pálidas
Y sus ojos vacíos;
La vialejarse por la puerta del costado
Como todos,
Como todo en mi vida.
Y se fue agrietando, quebrando
Un corazón de greda, el mío.
Y me caía a pedazos sobre mi mismo
Y lloraba por dentroY salía de ese lugar
Cabizbajo, triste,
Desconsolado.
La vi tomar el taxi,
Tapándose la cara. Yéndose a lo lejos
En el Negro de la oscuridad
Y de los taxis.
Llovía.
Era yo, los autospasando,
Y la lluvia.
Hago parar un taxi,
Pago, miro por la ventana,
Algo me cambio ahí,
Me iluminé.
Y empecé a reír, a estar feliz.
O fingir estarlo.
No lo sé.
Todo estaba enéxtasis.
Yo estaba en shock,
Luego me di cuenta
Que no tenía corazón,
Que ya no sentía,
O eso suponía que era.
Y pasaron los días
22, más preciso,
Cada uno de ellos,
Yo no sentía nada
Pornadie, supongo
Quería verla, solamente,
La perseguía a la distancia,
A lo lejos, sin piedad,
Quería que me mirara,
Quería decirle,
¡Mírame, aquí estoy,
No siento nada!
La buscaba entrela multitud,
Sin parar, sin descansar,
Cada vestigio de su presencia,
Cada lugar me servía,
Me volví un fantasma en cuerpo,
Empecé a atormentarla
Cada sábado,
Sacramentalmente,
Afuerade su casa,
Pasar ruidoso, imponente.
Sublime.
Sin parar…
Ya cerraba ese capítulo.
Abría otro, más extraño,
Más firme, más real.
Volvía a sentir ese corazón,
Débil, agrietado,Latir. Otra vez más.
Por otra.
Pero un miércoles,
Ella volvió, silenciosa,
Tomando ese corazón,
El mío,
Diciendo, “Esto es tuyo?”
Quedé perplejo.
Esa gran herida se abrió,
Sin dolor.Supongo.
Dos días después,
Este corazón latía de nuevo,
Con fuerza, con vitalidad.
Al compas de las gaviotas
Y el mar.
No había heridas,
No había rencores,
Estaba en lo alto,
Ella...