Estudiante

CAPÍTULO 2
MIS ULTIMOS MINUTOS A BORDO DEL “BARCO LOBO”
El 26 de febrero, por la mañana, ya estábamos en el Golfo de México y los temores iban desaparecieron. El cabo Miguel Ortega volvía el estómago todo el día y su malestar no mejoraba por la marea. Al entrar al mar Caribe, sentía el mareo y la inquietud del Caribe. Los temores regresaron y se los comente a Luis Rengifo, pero el me aseguróque el barco no sufriría ningún accidente porque era un barco lobo. Entonces los temores se agudizaron junto con el recuerdo constante de la película “El motín del Caine”
Empieza el baile
El 27 de febrero, a la medianoche, los tripulantes recibimos la orden de pasarse al lado de babor yo sabia lo que significaba. El barco estaba escorando peligrosamente y se trataba de equilibrarlo con nuestropeso. Por primera vez, en dos años de navegación, tuve un verdadero miedo del mar. A las 5:30 de la madrugada fui a pasar revista a los bajos fondos acompañados por un grumete. A las 7 relevamos los puestos de servicio efectivo para desayunar. A las 8 volvieron a relevarnos. Exactamente a esa hora entregue mi última guardia. Con el movimiento constante del barco era imposible descansar. A pesar deque el día era despejado, las olas eran cada vez más altas y golpeaban fuertemente la cubierta.
Un minuto de silencio
Luis Rengifo advirtió que el barco se estaba hundiendo. La orden para pasarse a babor se repitió. Pasó alrededor de un minuto y todos se sujetaban en silencio. Después dieron la orden de colocarse los salvavidas. Eran las 11:50 cuando una ola enorme reventó y arrojó al mar. Porunos segundos no había nada más que mar, pero el buque salió entre las olas chorreando como un submarino y fue entonces cuando me di cuenta que habían caído al agua.
CAPÍTULO 3
VIENDO AHOGARSE A CUATRO DE MIS COMPAÑEROS
El destructor se encontraba a 200 metros del lugar en que me encontraba. Pensé que se había hundido. Y un momento después, surgieron entorno a mi numerosas cajas de la mercancíacon las que el destructor había sido cargado en Mobile .Me sostuve a flote. De pronto comencé a escuchar a mis compañeros en la misma situación. Eduardo castillo, el almacenista, se agarraba del cuello de Julio Amador Carballo. Ramón Herrera estaba en el agua, al igual que Luis Rengifo. Nade hacia una balsa y tras tres intentos logre subir. Intente remar hacia Ramón, pero la fuerte brisa estaba enmi contra y Ramón desapareció en el fondo del mar, al igual que Caraballo y Castillo. Luis Rengifo continuaba nadando hacia la balsa y yo seguía intentando remar hacia él, pero a tan sólo tres metros, Luis Rengifo se desesperó y se hundió en el mar.
Solo
Eran las doce en punto cuando yo estaba en la balsa. Estaba completamente solo en medio del mar y calcule que en dos o tres horas vendrían arescatarme. Tenía una herida profunda en la rodilla en forma de media luna que me ardía, pero había dejado de sangrar gracias a la sal del mar. Sin saber en que pensar me puse hacer un inventario de mis pertenencias: mi reloj que funcionaba a precisión y lo miraba cada dos o tres minutos; mis llaves del armario en el destructor, un anillo de oro, una cadena de la Virgen del Carmen y tres tarjetasde almacén que me dieron en Mobile durante un paseo de compras con Mary Address.

CAPÍTULO 4
MI PRIMERA NOCHE SOLO EN EL CARIBE
no tenia la menor idea sobre mi dirección ni posición. No sabia si la balsa avanzaba hacia la costa o hacia el interior del Caribe. Hice mis cálculos; antes de una hora los aviones estrían allí dando vueltas sobre mi cabeza. Asi llegaron las dos la brisa seguíaaullando y por encima del aullido dela brisa yo seguai oyendo la voz de luis Rengifo.
La gran noche
El sol descendió. A un lado de la balsa, apareció la primera estrella. Mi primera impresión fue la de estar sumergido en la oscuridad y que ya no podría dormir del terror. Para sentirme menos solo me puse a mirar el cuadrante de mi reloj. Esa noche me costo trabajo encontrar la osa menor. Lo que hizo...