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ENSAYO


RASTROS DE DIOS EN EL HOMBRE

La génesis de una indiscutida verdad manifiesta en cada una de las concepciones que se han planteado acerca de la semejanza del hombrecon Dios y todas aquellas relevantes virtudes que posee, han sido punto de discusión y duda, y no menos cierto es el gran cambio conceptual que hemos tenido acerca de aquella definiciónsobre un dios insensible, fiero cruel y vengativo.
Hemos vivido diferentes facetas conceptuales, seguidas de acciones agresivas e imperantes de aquellos que equivocan el mensaje ydesvirtúan la naturaleza del hombre como único ser que guarda la invaluable huella de la acción de Dios.

Por el poco conocimiento que el hombre concibe sobre Dios, cierto es que estamosmarcados por un desmedido afán de buscar rastros de nuestra naturaleza, que nos lleve o acerque a nuestros orígenes; y por más conclusiones generosas o desmedidas a las que lleguemos, nuncanos desligaremos de ser seres perceptiblemente superiores y magnánimos, con oportunidad de manifestar la grandeza de un heredado espíritu de gloria.

Cuestionarnos si dentro, muy dentrodel hombre está Dios o existe rastros de él, siempre ha sido una premisa determinante del valor lógico que se dará a nuestra fe y espiritualismo. No podemos negar la prevalencia dediversos y rigurosos dogmas, manifestaciones filosóficas y posturas científicas con las que hemos convivido a través de nuestra historia y que a la postre la mejor y única respuesta que nosha dado Dios para demostrar su existencia y culminación de una de sus mejores obras de creación, como lo es el hombre, es aquella verdad que se nos manifiesta en las sagradas escrituras yla misteriosa información que guardamos en nuestro dado sistema vital que nos conjuga con esa divina esencia espiritual.
La verdad, existencia y acción de Dios está en el hombre.