Estudiante
Creer en Dios implica al mismo tiempo creer en la vida después de la muerte. Estas dos creencias se acompañan cogidas de la mano. De un punto de vista podemos decir que sicreemos en la vida después de la muerte, también creemos en el poder y la omnipotencia del Señor--en Su poder, porque Él puede deshacer lo que ninguna otra persona puede deshacer: la muerte; en Suomnipotencia porque el Señor libera a cada persona del cautiverio de la muerte.
Hay un viejo refrán que dice que nadie puede salir vivo de este mundo. Todos tenemos que morir, y, por triste que parezcaesa realidad en aquel momento, la única manera en que podemos establecer sentido en la situación, es si creemos en las palabras del Señor, en las palabras que dicen que el que cree en Él nunca puedemorir. En el Verbo el Señor revela Su poder sobre la muerte. Él resucitó a Lázaro de la tumba aunque hacía cuatro días que él estaba muerto.
Pensemos por un momento en ese milagro: Jesús fue llamado aBetania porque Lázaro estaba enfermo. Cuando Jesús supo eso, dijo, “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.”
Estas palabrastienen un gran significado. En vez de ir allá inmediatamente, Él esperó, hasta que fuera demasiado tarde—Lázaro había fallecido y había sido enterrado. Pero el Señor dijo que la enfermedad ocurriópor la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado mediante ella.” Por consiguiente, el Señor dejó morir a Lázaro para demostrar Su poder sobre la muerte.Él resucitó a Lázaro a la vida...
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