Estudiante
I. INTRODUCCION:
La atmósfera no tiene una microbiota autóctona, pero es un medio para la dispersión rápida y global de muchos tipos de microorganismos.
Además hay una importante transferencia de ellos y de sus metabolitos gaseosos entre la atmósfera, la hidrosfera y la litosfera. Aunque la atmósfera es un ambiente hostil para los microorganismos, en latroposfera inferior se encuentran un gran número de ellos.
Determinadas localizaciones temporales de la troposfera pueden ser hábitats adecuados para el crecimiento de los microorganismos. Las nubes poseen agua, intensidad de luz y concentración de CO2 suficiente para permitir el crecimiento de los microorganismos fotoautótrofos.
Los microorganismos pueden ser transportados rápidamente, en forma debioaerosoles, a través de grandes distancias con el movimiento del aire que representa el mejor camino de dispersión. Algunos han creado adaptaciones especializadas que favorecen su supervivencia y su dispersión en la atmósfera.
El transporte se realiza sobre partículas de polvo, fragmentos de hojas secas, piel, fibras de la ropa, en gotas de agua o en gotas de saliva eliminadas al toser,estornudar o hablar.
Los microorganismos dispersados en el aire tienen una considerable importancia biológica y económica. Varias enfermedades del hombre y los animales, víricas, bacterianas y fúngicas se transmiten por la atmósfera y a menudo se producen brotes epidémicos. Los microorganismos presentes en el aire también pueden contaminar los alimentos y materiales orgánicos (cuero, textiles,papel) produciendo su alteración.
Además, los microorganismos por su metabolismo o trasformando la materia orgánica, son la fuente principal de los gases producidos biológicamente en la atmósfera: amoníaco, óxido nítrico, óxido nitroso, sulfhídrico, anhídrido carbónico. (1)
II. ANTECEDENTES:
La existencia de una multitud de corpúsculos en el aire fue observada desde laantigüedad. Lucretius (55 a.C.) observó las partículas de polvo brillando en un rayo de sol en una habitación oscura y concluyó que su movimiento se debía al bombardeo de innumerables e invisibles átomos en el aire, aunque fue necesario esperar al descubrimiento del microscopio para ver que en el aire había microorganismos vivos. Las esporas de los hongos fueron vistas por un botánico napolitano, ValeriusCordus, en el siglo XVI, pero fue Micheli (1679-1737) quien primero las dibujó observando las esporas de los mohos que se transmitían por el aire (Miquel y Cambert, 1901). Leeuwenhoek (1722) observa y describe por primera vez las bacterias en distintos ambientes y supone que «estos animálculos pueden ser transportados por el viento mediante el polvo que flota en el aire».
Un siglo después,Ehrenberg, en sus numerosas memorias publicadas de 1822 a 1858, demostró que tanto las partículas atmosféricas del interior de las casas y hospitales como las del aire exterior de elevadas montañas estaban compuestas de esporas criptogámicas. En esta misma época en Francia, Gaultier de Claubry (1855), inaugura la investigación científica estudiando las partículas atmosféricas mediante un procedimientoque las retiene haciendo borbotear el aire en agua destilada. Pero fue Pasteur el que perfeccionó los procedimientos empleados por este investigador y realizó los primeros estudios precisos de las bacterias del aire, cuando demostró la no existencia de la generación espontánea. El método utilizado consistió en hacer pasar un volumen determinado de aire con ayuda de un aspirador por algodón-pólvoracolocado en un tubo de vidrio, que posteriormente se disolvía en alcohol-éter. En el líquido se depositaban todas las partículas del aire, entre ellas esporas de mohos y de bacterias. En 1862 escribe:
«Hay constantemente en el aire un número variable de corpúsculos cuya forma y estructura anuncian que son organizados. Sus dimensiones se encuentran alrededor de 1:100 mm. Unos son esféricos,...
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