Estudiante

REINOS OLVIDADOS


Volumen III de El elfo oscuro II











LUZ EN LAS TINIEBLAS

















R. A. Salvatore
















TIMUN MAS
Diseño de cubierta: Víctor Viano
Ilustración de cubierta: Robh Ruppel


Título original: Passage to Dawn
Traducción: Mila López
© 1994, 1995 TSR, Inc. All rightsreserved
FORGOTTEN REALMS and the TSR logo are trademarks
owned by TSR, Inc. Lake Geneva, WI USA
Derechos exclusivos de la edición en lengua castellana:
Grupo Editorial Ceac, SA, 1997
Timun Mas es marca registrada por Grupo Editorial Ceac, S A.
ISBN: 84-480-3713-8 (Obra completa)
ISBN: 84-480-3716-2 (Volumen III)
Depósito legal: B. 3.325-1997
Hurope, S.L.Impreso en España - Printed in Spain
Grupo Editorial Ceac, SA Perú, 164 - 08020 Barcelona

ÍNDICE




LUZ EN LAS TINIEBLAS 1
Primera parte 7
Viento y espuma 8
1 9
El Duende del Mar 9
2 19
El primer mensajero 19
3 24
El mensaje, transmitido sutilmente 24
4 30
«Ayuda» nosolicitada 30
5 35
Una idea fugaz 35
6 40
Los nómadas 40
Segunda parte 44
La niebla del destino 45
7 46
Mintarn 46
8 58
Cuentos de marineros 58
9 66
Caerwich 66
10 80
El corazón de Kierstaad 80
11 87
Amenaza de tormenta 8712 94
La niebla del destino 94
Tercera parte 100
La naturaleza del mal 101
13 103
Espíritu Elevado 103
14 111
El hechicero frenético 111
15 118
La encarnación de la oscuridad 118
16 122
El cebo 122
17 125
El sabor del poder 125
Cuartaparte 130
El valle del Viento Helado 131
18 133
Cabalgando a lomos del viento 133
19 139
Y todo el mundo es suyo 139
20 144
Ganarse la paga 144
21 153
Cuando sea 153
22 158
Como en los viejos tiempos 158
23 164
Cryshal-Tirith 164
Quinta parte 170Enemigos mortales 171
24 172
La caminata de Cepa 172
25 177
Hacia las grandes masas de hielo 177
26 184
Sin sorpresa 184
27 197
El enfrentamiento 197
28 207
El hijo de Beornegar 207



Prólogo
Era hermosa, tenía un cuerpo bonito, piel blanca y un espeso y lustroso cabelloque le caía hasta la mitad de la espalda desnuda. Mostraba y ofrecía sus encantos sin pudor, descaradamente, y lo acariciaba suave, muy suavemente. Los pequeños dedos se deslizaron, cosquilleantes, por su mejilla, su barbilla, su cuello.
Todos los músculos del cuerpo se le pusieron tensos, luchó por controlarse, por resistir a su seducción con toda la fuerza de voluntad que le restaba despuésde tantos años.
Ni siquiera sabía por qué seguía resistiéndose; no recordaba de manera consciente qué promesas del otro mundo, el mundo real, estarían sustentando su obstinación. ¿Qué estaba «bien» y «mal» en este sitio? ¿Cuál sería el precio del placer?
¿Qué más tenía que dar?
El suave roce continuaba, relajando sus músculos temblorosos, poniéndole la piel de gallina allí dondelos dedos lo tocaban. Lo incitaban. Lo instaban a rendirse.
Rendirse.
Sintió que perdía la fuerza de voluntad, en oposición a su tenacidad. No había razón para resistirse. Podría tener sábanas suaves y una cama cómoda; podría librarse del hedor, el pestilente tufo al que no se había acostumbrado ni siquiera con el paso de los años. Ella podía hacerlo con su magia. Se lo había prometido....