Estudiante
10 mayo 2010
Sección: Sin categoría
Javier Fesser nos ofrece una interminable y aburrida película cuya primera intención es tan sorprendente como carente de interés: “demostrar” que el proceso de beatificación de Alexia González-Barrios es un fraude. Extraña motivación para una película comercial.
Camino Título: Camino
Título Original: Camino
Director: JavierFesser
En cartelera: Si
Año: 2008
Público: 4 (Rechazable)
Contenidos: VF
Formato: DVD
Valoración moral: Desaconsejable
Una hermosa historia real y una desastrosa adaptación
Camino, la última película de Javier Fesser (La gran aventura de Mortadelo y Filemón, El milagro de P. Tinto). Ha competido por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, que celebra su 56aniversario entre atentados de ETA.
Javier Fesser nos ofrece una interminable y aburrida película cuya primera intención es tan sorprendente como carente de interés: “demostrar” que el proceso de beatificación de Alexia González-Barrios es un fraude. Extraña motivación para una película comercial.
Pero vayamos por partes. ¿Quién es esta Alexia? Fue una chica madrileña, nacida en 1971, estudiantedel Colegio Jesús Maestro, que a los trece años cayó gravemente enferma a causa de un tumor cerebral y murió en 1985, en el Hospital Universitario de Navarra, después de un año de gran sufrimiento.
Alexia era una ferviente creyente, y vivió su enfermedad con la esperanza y la alegría que nacían de su fe en Cristo, una fe que ella había recibido de sus padres y que había cultivado en el ámbito delOpus Dei. En 1994 se abrió en Roma su causa de beatificación, avalada por numerosos testimonios de la identificación con Cristo de esta adolescente madrileña.
Pues bien, Javier Fesser, por motivos que este crítico desconoce, decide que eso no puede ser, que hay engaño en el asunto, aunque sea involuntario, y que el Opus Dei ha utilizado a esta chica para inventarse una santa que diera impulsoa su institución.
Entonces teje una historia de ficción, en torno a una niña llamada Camino -como el famoso libro del fundador del Opus Dei- y cuyas peripecias argumentales siguen paralelas en lo fundamental a la vida de Alexia. Pero esta dulce y simpática Camino está enamorada de un chaval del grupo de teatro del barrio, grupo al que ella siempre quiso pertenecer.
Este chico se llama Jesús,que ya es casualidad, y cada vez que en el lecho de muerte Camino dice “Amo a Jesús”, “Quiero estar con Jesús”, etc… todos interpretan en clave cristiana lo que es un sencillo romance adolescente. El planteamiento no puede ser más pueril, ciertamente hilarante, pero eso es en esencia lo que sucede en el film.
Los diálogos de la niña, en general se corresponden con los testimonios verificados,pero Fesser invierte permanentemente su sentido. Cuando la niña se refiere al ángel “negro”, Satanás, el film afirma que se refiere a un chico de color del grupo de teatro.
Esta inconsistente paranoia es mucho más compleja de lo que parece, ya que cuando el espectador asiste a esa esquizofrenia entre lo que creen oír los curas y los padres de Camino, y lo que ella dice y ve en su imaginación,el capellán deposita sobre el regazo de la enferma una estampa de Escrivá de Balaguer, de las que se hicieron para rezar por su canonización.
No es difícil ver ahí una nueva vuelta de tuerca del director, en la que quiere establece un paralelismo entre ambos procesos canónicos. Es una interpretación discutible, pero al que suscribe le resultó inevitable ver esa metáfora cinematográfica, tansutil como elocuente.
Un guión de trazo grueso
La película abre y cierra con la misma escena y los mismos planos. Pero con significados opuestos. Este recurso narrativo ya lo usó eficazmente Bertolucci en Novecento. En la primera escena vemos morir a una niña santa enamorada de Jesucristo; en la última vemos una adolescente delirante con ensoñaciones en torno al chico con el que está...
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