Estudiante

DERECHO RESERVADO DE KIARA DENISSE CARDENAS FERNANDES

Y a-XRL78 está abriendo los ojos…-
-No es posible… aún no está conectada a ninguna corriente-
-Pues mire, mueve sus extremidades-
-Increíble…-

Estas fueron las palabras que escuche al despertar por primera vez…

-¡Sostenla Tom! ¡Se está derrumbando!- mis ojos llenos de una película viscosa y transparente pudieron vislumbrar a unseñor de edad avanzada, de cabellos blanquecinos y lentes, su rostro era rugoso, sus ojos negros y pequeños, su nariz ancha, su boca feroz. Aún con una estatura baja, bastó alzar un poco su voz para que el otro sujeto corriera a acatar las órdenes.
-La tengo Profesor Starter- apenas pudo suspirar la persona que me sostuvo entre sus brazos, pues su cuerpo delgado y alto apenas podía soportar almío con sus 100 kilos de acero.
-Increíble…- repitió el anciano.
-Sus piernas no responden… sin embargo sus brazos…- las palabras del hombre que me sostenía quedaron en el aire cuando mis manos duras y gélidas rodearon su cuello, el contacto de su piel con mi acero le provocó temblores en toda la anatomía- maravilloso- tiritó.
-Lleva a XRL78 a la mesa para cirugías, debemos analizarla- gruñó elanciano, ese tal Starter.
-Sí profesor Starter-
El hombre alto me llevó a una mesa de hierro, que hizo un sonido escandaloso cuando me acostó en ella.
Mientras el profesor Starter abría y cerraba cada compuerta de mi cuerpo mecánico, el segundo hombre iba y venía de una especie de ropero donde había otros modelos iguales a mí, con cables conectados a todo su cuerpo.
-Parece que la energía seha cortado, pero entonces ¿por qué puede moverse?- se preguntó a sí mismo el hombre alto.
-Aquí está tu respuesta- se limitó a decir frívolamente el profesor Starter- le has implantado un microchip de supervivencia no de obediencia, imbécil-
-Cuanto lo siento profesor Starter- contestó el hombre alto mientras daba vueltas en el mismo lugar- lo siento… lo siento-
-Habrá que quitarle el microchipy destruirla-
-¿Destruirla?- El hombre alto paró en seco- pero profesor…- me miró fijamente a los ojos.
-Pero nada, el caso es increíble, ciertamente, pero ella no puede mover las piernas así que no sirve de empleada doméstica, por su independencia a las corrientes eléctricas sería perfecta… pero no lo es-
-¿Y no podemos reemplazar sus piernas por otras?-
-Puede ser… algo temerario, peropuede funcionar…- ahora era el profesor Starter el que me miraba pensativo.
-Nada es temerario si es por el bien de la ciencia- el hombre alto dijo esto como si fuera un credo.
-Está bien, está bien, tu ganas Tomas Cornier Gafor- desistió el profesor Starter.
Había una única ventana en el laboratorio, el cielo se pintaba de un azul amarinado y nubes grises se desplazaban suavemente por él,mientras de ellas nacían rayos que se quebraban en zigzag e iluminaban el mar que se veía a lo lejos.
Los dos sujetos me escrutaron el cuerpo, los dos de modo calculador.
Mientras el ermitaño se ocupada de mi el otro hombre le llevaba las piezas que se le pedían.
-Pinzas… tráeme unas pinzas de inmediato Tom- entonces Tom iba por las pinzas –Ahora unos engranes- entonces Tom iba por engranes- aceite,ahora- y Tom iba por aceite.
Cuando el profesor Starter terminó, ambos clavaron sus miradas en mí.
-Ahora, mueve las piernas- me ordenó el viejo. Entonces como por arte de magia mis dedos se estiraron y flexioné mis rodillas.
-Imposible…-
-Increíble…-
-¡Que magnífico! ¡Esto es etéreo! Tom, querido aprendiz, tenemos que celebrar, ahora, vamos- gritaba eufórico el profesor Starter al tiempoque se dirigía a la puerta.
-No… no podemos dejarla aquí- susurró Tomas.
-Vamos Tom, es un robot ¿Qué le puede pasar?-
-Se sentirá sola-
-¿Sola? Menuda gilipollez que dices, santos cielos Tom, es un robot, su corazón es un motor, su mente un microchip-
-Pero… aún así- la bata del hombre delgado se ondulaba levemente con el viento que se colaba por la ventana- siento el deber de quedarme-...