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El cariño

Nunca entenderemos con exactitud lo que somos y cómo funcionamos, menos aún comprenderemos nuestros sentimientos, especialmente el cariño.
El cariño es en pocas palabras una situación incomprensible, apenas comparable con unas pocas cosas en el universo; diminuta y gigantesca, su poder no tiene medida y nos afecta ineludiblemente a todos los seres humanos, porque es, de hecho, larazón por la que somos seres “humanos” en todo el sentido de la palabra.
En el cariño, nacen muchos otros enigmas, como la empatía, y es porque el cariño es una banda muy fina y elástica, similar a las telas de araña, el material más fuerte del mundo aunque pueda romperse con tan solo soplarla. Y eso es porque el cariño se alimenta de pequeñas cosas que le nutren regularmente, esos pequeñosdetalles que nos resultan importantes aunque carezcamos del valor para admitirlo en público, sonrisas inusitadas, regalos inesperados, abrazos sinceros y oportunos, un roce, una caricia, un beso…
El cariño es una goma, un pegante de potencia incalculable, cuyo poder nos une a todos de un extraño modo, de hecho, el cariño, es sin duda, un medio, con el cual el destino nos ha unido a todos en caminosencontradizos que nos resultan tan casuales que no podríamos establecer conexión alguna entre eventos aislados, aunque en realidad sean consecuencias ordenadas de un universo magistralmente calculado. El cariño es también madre, tanto de vicios como de virtudes pero principalmente es el inicio, la clave y si me preguntasen mi opinión, diría que el cariño es la partícula de dios, en el cariño nacensentimientos mucho más fuertes, como el amor, la paciencia, la perseverancia y la lealtad; emociones que equívocamente hemos relegado al grado de “valores” de nuestra sociedad, resulta bastante cómico que la academia se llevase consigo el valor místico del sentimiento, cuyo valor moral y experimental se basa precisamente en la cotidianidad, en las vivencias del día a día. De más está resaltar elprofundo fracaso que ha supuesto re implementar por medios didácticos los sentimientos del hombre, puesto que estos no provienen de fuera, no nacen en los libros, menos aún en la cátedra o la psicología; nacen en el cariño, en los lazos que se forman a partir de gestos imperceptibles. Hoy día el afán del hombre le ciega y aunque es consciente de que necesita sus sentimientos para vivir, los evitapor temor a enfrentarse a ellos, porque sabe que el único modo de encontrarse con su humanidad es encontrarse consigo mismo, con ese yo aterrorizado que habita en fondo de su ser, esa entidad que le mantiene prisionero en su propio cuerpo. La felicidad no es una quimera, después de mucho divagar he llegado a esta conclusión y hoy estoy más segura que nunca de que ser feliz es posible, la cuestiónes interna y tan profunda que depende de cada uno de nosotros para que se haga realidad la felicidad anhelada. Para empezar, la liberamos, nos liberamos del peso de los absurdos, las conchas vacías que llenan la playa de nuestros corazones impidiéndonos ver el tesoro que se esconde bajo sus granos de arena. Allí en lo profundo, está lo que buscamos, y eso que buscamos somos nosotros mismos, cuandonos confrontamos podemos ser libres y solo entonces podemos ser entera y absolutamente felices.
Comprendo que resulta un tanto aturdidor puesto que suena demasiado simple para ser verdad, lo cierto es que en la práctica resulta una tarea titánica que a muchos les cuesta una vida y a otros tantos un poco más. Sin embargo, es en este punto dónde surge una de las claves más importantes del puzlede la vida: la esperanza, nuestra conexión más profunda con el interior, la razón que impulsa al alma a perseverar cuando se encuentra más agotada, la mano amiga que se extiende cuando ya no que nada ni nadie a quien acudir, pero… ¿por qué esperar hasta entonces si ya desde un principio podemos buscar nuestra felicidad? Se trata de dejarse llevar, no por la prisa, ni por el mundo, sino por la mal...