Estudinte
Nombre: Zambrano Vizuete Francisco David
Curso: 5to Sección: 2da
TRABAJO DE INVESTIGACION
PLATERO Y YO
PAG 3
Prologuillo
No. Suele creerse que yo escribí “Platero y yo” para los niños, que es un libro para
En , “La Lectura”, que sabía que yo estaba con ese libro, me pidió que adelantase un
conjunto de sus páginas más idílicas para su“Biblioteca Juventud”. Entonces, alterando la
Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede
leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le
ocurren.
PAG 4
Capítulo primero
Platero
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de
algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojosson duros cual
dos escarabajos de cristal negro.
Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del
pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
PAG 5
Capítulo segundo
Mariposas blancas
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran
tras la torre de la iglesia
El hombre quiere clavar su pincho de hierroen el seroncillo, y no lo evito. Abro la
alforja y él no ve nada. Y el alimento ideal pasa, libre y cándido, sin pagar su tributo a los
PAG 6
Capítulo tercero
Juegos del anochecer
Cuando, en el crepúsculo del pueblo, Platero y yo entramos, ateridos, por la
oscuridad morada de la calleja miserable que da al río seco, los niños pobres juegan a
asustarse, fingiéndose mendigos. Uno se echa unsaco a la cabeza, otro dice que no ve,
otro se hace el cojo...
...¡Sí, sí.! ¡Cantad, soñad, niños pobres! Pronto, al amanecer vuestra adolescencia,
la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno.
-Vamos, Platero...
PAG 7
Capítulo cuarto
El eclipse
Nos metimos las manos en los bolsillos, sin querer, y la frente sintió el fino aleteo
de la sombra fresca, igual que cuandose entra en un pinar espeso.
Al ocultarse el sol que un momento antes, todo lo hacía dos, tres, cien veces más grande
y mejor con sus complicaciones de luz y oro, todo, sin la transición larga del crepúsculo,
lo dejaba solo y pobre, como si hubiera cambiado onzas primero y luego plata por cobre.
PAG 8
Capítulo quinto
Escalofrío
La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura. En losprados soñolientos se
ven, vagamente, no sé qué cabras negras, entre las zarzamoras
Y trota Platero, cuesta arriba, encogida la grupa cual si alguien le fuese a alcanzar,
sintiendo ya la tibieza suave, que parece que nunca llega, del pueblo que se acerca...
Librodot Platero y yo Juan Ramóm Jiménez
PAG 9
Capítulo sexto
La miga
No. Doña Domitila -de hábito de Padre Jesús Nazareno, moradotodo con el cordón
amarillo, igual que Reyes, el besuguero- te tendría, a lo mejor, dos horas de rodillas en
un rincón del patio de los plátanos, o te daría con su larga caña seca en las manos, o se comería
. Yo te enseñaré las flores y las estrellas. Y no se
reirán de ti como de un niño torpón, ni te pondrán, cual si fueras lo que ellos llaman un
burro, el gorro de los ojos grandes ribeteadosde añil y almagra, como los de las barcas
del río, con dos orejas dobles que las tuyas.
Librodot Platero y yo Juan Ramóm Jiménez
PAG 10
Capítulo séptimo
El loco
Vestido de luto, con mi barba nazarena y mi breve sombrero negro, debo cobrar un
extraño aspecto cabalgando en la blandura gris de Platero.
tensas barrigas tostadas. Corren detrás de nosotros. Chillando largamente:
-¡El loco! ¡Elloco! ¡El loco!
...
Y quedan. allá lejos, por las altas eras, unos agudos gritos, velados finamente
PAG 11
Capítulo octavo
Judas
¡No te asustes, hombre! ¿Qué te pasa? Vamos, quietecito Es que están matando a
Judas, tonto. Sí. Están matando a Judas. Tenían puesto uno en el Monturrio, otro en la
calle de Enmedio; otro ahí. En el Pozo del Concejo Yo los vi anoche, fijos como por una...
Regístrate para leer el documento completo.