Estudio Del Credo De Los Apostoles
LA CONFESIÓN APOSTÓLICA DE FE
Es una de las confesiones de fe más antiguas, ya que data de los primeros siglos de la iglesia cristiana, y la aceptan también en la actualidad casi todas las Iglesias Cristianas. En los días de la Reforma del siglo XVI recurrieron los reformadores a este escrito de confesión de fe en su lucha contra la enseñanza de Roma, la cual se había apartado de laPalabra de Dios.
Los doce artículos de la fe
Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo: Alabemos a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque en España, como en todos los países, es divulgada la fe del Evangelio, por la cual tenemos paz para con Dios y esperanza para la vida perdurable. Yo quisiera escribiros sobre esta fe de las iglesias en nuestro Señor Jesucristo, para que tengáistambién comunión con nosotros participando del mismo gozo. Porque tenemos una misma fe en la cual también vuestros padres han vivido y de la cual han dado testimonio en esta magnífica confesión de fe llamada “Los Doce Artículos de la Fe”.
¿Los conocéis? Los repito a continuación:
1. Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
2. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestroSeñor,
3. Que fue concebido del Espíritu Santo, y nació de María Virgen;
4. Padeció bajo Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos;
5. Al tercer día resucitó de entre los muertos;
6. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso,
7. De donde ha de venir a juzgan a los vivos y a los muertos.
8. Creo en el Espíritu Santo,
9.Una santa Iglesia cristiana católica, la comunión de los santos,
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10. El perdón de los pecados,
11. La resurrección de la carne,
12. Y la vida eterna. Amén.
Mis queridos hermanos: Es para mí un motivo de gozo poder escribiros sobre esta fe de los antiguos, esta fe tan magníficamente confesada por medio de los Doce Artículos. Los repito, escribiéndolos, para que vosotros sintáis lomismo que aquellos antiguos y nosotros.
Artículo primero
Creemos que el Padre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Redentor, quien se manifiesta en su Palabra, es el mismo grande y eterno Dios, Creador del mundo entero con todo lo que en él hay. Leemos estos acontecimientos en la Sagrada Escritura, que nos enseña cómo El sigue conservando toda vida, y dirigiendo y regulando los caminos de loshombres y de los pueblos, de manera que nada acontece “por casualidad”, sino por El (véase Génesis 1 y 2, Job 39 y 39, Isaías 40 : 12-31, Salmos 99 y 104, Mateo 6 : 19-34).
Esperamos que por la gracia de nuestro Señor Jesucristo, y oramos para que sea así, también los españoles quedéis afirmados en esta confesión de la Verdad, pues ¡qué alegría tan grande para todos los que creen en nuestroSeñor Jesucristo saber que no hay motivos para temer a ese Dios grande y eterno, a pesar de que los pecados le están irritando continuamente! Como escribe el apóstol Pablo en su carta a los Romanos: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (5 : 1) y “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conformea la carne, sino conforme al Espíritu.” (8 : 1).
No debemos, pues, dudar de que nuestro Creador, el Todopoderoso, quiere ser nuestro Padre eterno, dador generoso de gracia. Podemos estar seguros de su bondad y misericordia. Dice el autor del Salmo 146 en los versículos 5 y 6: “Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el cual hizo el cielo y latierra, el mar, y todo lo que en ellos hay, que guarda verdad para siempre”. A lo que puedo añadir aquello que dice el apóstol Pablo en su carta a los Hebreos, 6: 13-15: “Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo y multiplicando te multiplicaré”. Sin embargo, no hay que olvidar que Dios quiere ser...
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