ESTUDIO
has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se
fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40:27‐29.
No digas, ni siquiera des lugar en tus pensamientos, que Dios no te recuerda o no atiende a tu necesidad. Aquí la
palabra nos dice que el mismo Dios que acomodó y creo el universo, aquel a quien no hay nadie que pueda
alcanzarle en entendimiento, es el que se preocupa por el cansado, el débil, y por el que desfallece sin fuerza. Es evidente que muchas circunstancias rodean nuestras vidas en distintos momentos, pero mantén tus ojos en sus
palabras, El es el Dios incomparable, su grandeza es maravillosa, El no cambia, es el mismo de ayer. Comienza a
conocer quién es tu Dios, el no es un Dios pequeño, es un Dios grande, incomparable!!! Este mismo pasaje de Isaías 40:12‐13, expresa con gran belleza estas preguntas... ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los
cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los
collados? ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser
avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?
Que grande y maravilloso es nuestro Dios!! El es un Dios incomparable, pero lo realmente grandioso es que este
mismo Dios es el que se preocupa por aquel al que le faltan las fuerzas, por el cansado y desanimado. Si nos
quedamos en esos versículos del comienzo solamente, podríamos pensar que se ve muy alejado de nosotros un Dios tan grande, pero no, al contrario, en los versículos del 29 al 31 nos dice que este mismo Dios es el que está con
nosotros, el que se preocupa por ti, el que te provee de fuerzas cuando estas te faltan y flaqueas. "...Los que
esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán,
y no se fatigarán." Es maravilloso saber que el Dios mismo que tiene todo el dominio, el poder y la santidad, es ese Dios de amor que
se preocupa por ti y por mí, que sabe de tus circunstancias y de tus debilidades. No solo las conoce, sino que es el
que te da fuerzas para que vueles como el águila. Fíjate muy bien en esto, el no te da fuerzas para soportar y sobrevivir, sino que, El es el Dios que quiere que vueles como el águila, que corras, que camines, que avances...
No eres cristiano para sobrevivir, sino para vivir como hijo de Dios, para declarar como David en medio de la
prueba y la dificultad, Mi Dios es la Roca de mi salvación, mi refugio, ¡la roca de mi confianza!
Mira más allá de las situaciones que tienes delante. Deja de mirar desde el valle, súbete al monte de Dios en oración y comunión con él, empápate de sus palabras que te alimentan de fe. Para que así cuando te toque pasar
por valles pienses con la mente del que sabe mirar desde el monte.
Hay algo muy cierto, muchos hoy están cansados de esperar, otros cansados de orar, otros cansados de servir, otros
cansados de trabajar, otros cansados de cuidar a su familia, otros cansados de las diferentes responsabilidades que tienen, otros cansados de ser buenos y nos ver resultados favorables. Isaías 35:3‐4 “Fortaleced las manos cansadas,
afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios
viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará”....
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