Estudios de casos en psicopatologia Part

Eva, una mujer de 34 afios de edad, era una pintora de cierto renombre en una
ciudad de poblaci6n media. Su historial medico y psicopato16gico recogia el
diagn6stico y tratamiento de una ulcera duodenal y de un trastomo de panico
que ya habia remitido; pero en la actualidad no padece ningun otro trastomo 0
enfermedad salvo su frecuente sintomatologia somMica (molestias, dolores). Par
10 que serefiere a sus relaciones personales, Eva, que vive las relaciones interpersonales de un modo intenso, habia experimentado un divorcio de su primer
marido y una separaci6n posterior de una segunda pareja con la que convivi6
durante 8 afios. En la actualidad estaba manteniendo relaciones con un hombre,
Alberto, al que habia conocido en una exposici6n de su obra pict6rica, y que
habia adquirido uno desus cuadros.
Antes de acudir a la consulta, Eva habia acudido a un psic6logo amigo
suyo al que Ie habia comentado, con mucho esfuerzo, un extrafio suceso acaecido hacia unas semanas, durante una excursi6n con su actual pareja, en la que
habian disfrutado de un romantico puente festivo en una conocida zona de esqui
en los Alpes franceses. Al parecer, en el segundo dia de estancia en las pistas, ytras una formidable jomada de disfrute del deporte blanco, cuando ambos subieron en el coche de Alberto para regresar al hotel, la tapiceria estaba rasgada
posiblemente con algun objeto cortante como unas tijeras 0 un cuchillo. Curiosamente, distintos objetos valiosos que habian dejado dentro del coche, entre los
que se encontraban algunos elementos del equipamiento de esqui, CDs de musica, etc.,no habian sido robados.
La consulta realizada por Eva a su amigo psic6logo se debia al hecho de
que, antes de subir, el coche parecia estar cerrado con llave ya que, al llegar al
mismo, Alberto 10 habia abierto con su mando a distancia produciendose un
aviso de luces y sonido caracteristico del sistema que informa de la apertura del
vehiculo. Ademas, parece ser que s6lo Eva se habia ausentadodurante media

hora de la zona de pistas. Alberto, empresario muy educado y amable, para nada
habia dado a entender que pudiera ser Eva la causante de tal incidente. Ademas,
Alberto no tenia ningun motivo para sospechar de Eva, de la que estaba empezando a enamorarse intensamente. Mas aun, de estar implicada l,c6mo habria
abierto el coche? Sin embargo, para Eva, el incidente no era totalmente nuevo,ya que en cierta ocasi6n, hacia algunos afios, habia ocurrido algo semejante en
un viaje a la playa con unos amigos. En esa ocasi6n, era la ropa de esos amigos
la que habia aparecido rasgada en la casa en la que pasaban unos dias de vacaciones y, al igual que en el incidente en las pistas de esqui, en dicha ocasi6n
tampoco se habia robado nada en el apartamento. Todo ello, unido a algunosdocumentales y peliculas que Eva habia visto, Ie hicieron sospechar si podria
haber sido ella, inmersa en algun tipo de episodio disociativo, la causante de
aquellos incidentes.
Su amigo psic610go la remiti6 a una unidad hospitalaria especializada en la
investigaci6n y tratamiento, entre otros, de los trastomos disociativos. En las
entrevistas realizadas a Eva en dicho hospital, los clinicos averiguaronque la
paciente presentaba importantes lagunas de memoria respecto de algunos periodos de su vida, sobre todo referidas a etapas comprendidas entre los 6 y los 8
afios de edad. Tras dos sesiones de evaluaci6n fue sometida a una sesi6n de
recuerdo con amobarbital, en la que la paciente se agit6 violentamente surgiendo una voz diferente que amenaz6 con acuchillar al hombre que la tocase; pareciatratarse de otra personalidad que tomaba el control de la situaci6n y que
respondia al nombre de Rebeca y que confes6 haber sido la causante de los incidentes relacionados con el deterioro de la tapiceria del coche (en el que, efectivamente, habia sustraido, y luego devuelto, las llaves del coche de Alberto) y
la ropa del apartamento en la playa. Preguntada por la raz6n de tal comportamiento, confes6...