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CARBONELL, J (1996) La escuela entre la utopía y la realidad. Eumo, Barcelona. Capítulo 8
EL FRACASO ESCOLAR
Solamente se aprende aquello que interesa
J. F. Herbart

Se trata de un concepto extraordinariamente ambiguo, equívoco y subjetivo. Cada cultura, sistema educativo y modelo pedagógico se ha construido su propio concepto de fracaso y de éxito escolar. Y se ha abusado de él, según losintereses ideológicos y los valores y las pautas dominantes en los diversos contextos sociohistóricos. Una primera definición bastante común del alumno fracasado se refiere a la no adquisición de los conocimientos y las habilidades mínimos exigidos por el programa o currículum escolar; esta no adquisición es sancionada con la calificación de suspenso y la repetición del curso. El éxito y elfracaso del alumno, en este caso, está estrechamente asociado a su rendimiento académico.
Pero no existe un solo fracaso escolar, sino múltiples. Así, su distribución geográfica es extrema y presenta un amplio abanico de situaciones por parte de los niños y de los jóvenes: los que suspenden una asignatura o un ciclo académico; los que repiten; los que no obtienen el graduado escolar; los que noaprueban la selectividad; los que se ven obligados a seguir una carrera universitaria que no es su preferida; los que la rechazan; los que pasan de ella; los que ingresan en la formación profesional, en la educación compensatoria o en cualquier otro subsistema educativo considerado de segunda categoría; los que manifiestan su malestar violentamente o los que lo expresan abúlicamente, los que obtienenbuenas calificaciones pero no se adaptan a la institución; los que aprueban y pasan de curso sin hacer prácticamente nada; los que descubren la inutilidad del aprendizaje escolar para el futuro laboral y personal; los que ven la escuela como un cuerpo extraño y alejado de su realidad cotidiana; los que nunca les ha gustado ir a la escuela; los que, a pesar nde odiar la escuela, siempre han deseadoaprender cosas, etc.
Este inventario heterogéneo e inacabable nos lleva a formular una pregunta esencial: ¿Quién fracasa, el alumno, la escuela, la familia, a la Administración educativa o la sociedad? ¿Quién no se adapta a quién? ¿Qué cuota de responsabilidad o culpabilidad le toca a cada uno? Las causas y los efectos del fracaso escolar forman un círculo de contornos imprecisos donde a menudose confunden los unos y los otros. De todo esto hablaremos más detenidamente en el aparato siguiente, cuando nos refiramos a los modelos explicativos. Pero avanzamos que muchas opiniones y críticas sitúan el fracaso de la escuela en el epicentro del fracaso de los alumnos, bien sea porque ha sido incapaz de ofrecer una enseñanza adecuada y atractiva para todos, o bien por el crónico divorcioentre las inercias de la tradición escolar y las necesidades cambiantes del entorno. Por eso, el éxito y el fracaso también tienen mucho que ver con la calidad de la enseñanza.
Ahora bien, desde la perspectiva de la sociología de la desigualdad, el fracaso escolar no es otra cosa que el instrumento de medida y selección social que, bajo una pretendida neutralidad y cientificidad, distribuye a losalumnos de cada clase social en diversos tipos y niveles de escolarización. En este sentido, la escuela no fracasa, sino que cumple el encargo social de seleccionar los buenos y los mejores, los que se adaptan más eficazmente a las normas y las pautas culturales del mundo adulto, mediante un proceso constante de competición, clasificación, selección y jerarquización: en el acceso a los diversostramos educativos, durante los estudios y al acabarlos. La escuela, pues, tiene una función selectiva y reproductora del sistema establecido, y produce la tasa de fracaso escolar que toda sociedad necesita para regular su mercado de trabajo. Por otro lado, el fracaso escolar también es necesario para justificar, tanto desde un punto de vista educativo como laboral, la, expansión y el engrosamiento...