Ethos barroco

Reporte de lectura. El ethos barroco y la estetización de la vida cotidiana.

En este texto de Bolívar Echeverría comienza con la diferencia –o similitud- entre el tiempo de loextraordinario y el tiempo de lo cotidiano. El primero consiste en esa “ruptura” del tiempo que existe en el tiempo cotidiano, ruptura la cual nos permite tener un espacio de reflexión, recreación, unespacio que concentra la actividad cultural, la cual se ubica en la dimensión del tiempo improductivo en la actividad del trabajo. La vida cotidiana de los seres humanos sólo se constituyecomo tal en la medida en que en ella coexisten estas dos modalidades de la existencia, es también el tiempo de trabajo neto, dedicado también para la subsistencia pero no para la introspección.Estas rupturas pueden darse de tres maneras: el juego, la fiesta y el arte. Es la persecución obsesiva de una sola experiencia cíclica, la de la anulación y el restablecimiento del sentidodel mundo de la vida, la de la destrucción y reconstrucción de la naturalidad de lo humano. En el juego consiste en esa experiencia azarosa y experiencia de necesidad, de ser causada o quefue mala suerte. En la fiesta es el carnaval, donde también se invierten los papeles del dominado-dominador, el traslado a la dimensión de lo imaginario, el paso “al otro lado de las cosas”.El arte (esteticidad) por consecuencia, es el cúmulo de una o ambas experiencias, donde intenta atraer al escenario de la conciencia objetiva, normal, rutinaria, aquella experiencia que tuvomediante el trance en su visita a la materialización de lo imaginario.
La exagerada estetización barroca de la vida cotidiana, que hace uno mismo los tiempos extraordinarios y cotidianos,no debe ser vista como algo así porque no alcanza a ser de otro modo, sino como algo que es así porque pretende ser así: como una estrategia propia y diferente de construcción del mundo.