Etica Cristiana 1

Este material es proporcionado al alumno con fines educactivos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
Este ejemplar no tiene costo alguno. El uso indebido de este ejemplar es responsabilidad del alumno.

ÉTICA CRISTIANA

El cristianismo no es una filosofía. Es una religión. Es
una doctrina de salvación. Con todo, influyó grandemente
enlas culturas oriental y occidental y, por lo mismo, en la
filosofía. Aun los no creyentes en la religión cristiana admiten el hecho histórico de que con el advenimiento del
cristianismo hubo una transmutación de los valores &ticos.
Los grandes aciertos y las profundas intuiciones de los ti!&
sofos paganos, en el plano ktico, fueron la aurora de la que
surgió la plenitud luminosa del cristianismo. Locual indica
que algunas verdades de la religión cristiana son naturales.

1. Presz~puestos.-El cristianismo parte de la doctrina
de un Dios trascendente, creador y providente. Trascendente porque es el ser subsistente, perfectisimo y diferente a
todo lo creado. Creador porque comunica el ser al hombre Y
a todo cuanto existe, de tal manera que Dios es la causa
total de todo, al menosgerminalmente. La acción del creador es inmanente a la creatura en cada instante. Esta acción
es presencia -la presencia total, que dice Lavelle-. Sin em.
bargo, no hay panteísmo porque Dios y la creatura son de
distinta naturaleza, o sea, Dios es creador, la creatura, crea.
da: Dios es causa, la creatura es efecto. Providente, porqile
siendo Dios causa total, todo lo gobierna, ya que estd presente en todo. Entodas estas verdades penetramos en el umbral
del misterio.
Otro presupuesto de la ktica cristiana es la creencia en
la espiritualidad, libertad e inmortalidad del alma humana.

Sanabria, J. R. (2005). Ética cristiana. En Ética. (pp. 146-154). México: Porrúa.

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Claro que estas verdades ya fueron defendidas por fil6sofos
paganos. como Platón y Aristóteles, pero en el cristianismo
obtuvieron características particulares. El hombre es responsable de sus acciones por las que recibirá premio o castigo
en la otra vida. La libertad n oexduye la creación, al contrario, la supone: Dios creó libre al hombre. Por ello tiene
autonomía aun hente a su creador. El alma es inmortal
p r ser espiritual.

2 . El hombre.-Cristo vino a redimir al hombre elevándolo
al orden sobrenatural. El fin último de la vida humana es
Dios mismo. Hay. pues. un diálogo personal entre Dios y el
hombre. La felicidad ahora es absoluta. Esto no lo soñó lafilosofía precristiana. Para la razón es imposible. Pero Dios
desde su trascendencia se comunica al hombre para dignificarlo porque le participa algo del océano infinito del ser, de la
intelección y del amor.
--

Para satisfacerla tendencia a la felicidad, ínsita en la naturaleza humana, está Dios mismo; el supremo gozo del riombre
es la visión de Dios. Desde entonces el fin último en sí y el
fin últimosubjetivo .la felicidad del hombre- se identifican.
"por amor de este Bien subsistente más amado que todas
Ias cosas, más que el sujeto humano y mas que su felicidad,
por el amor del Fin último absoluto, es por lo que el hombre quiere la beatitud en la que su propio ser es divinamente perfecto".=
--.
El hombre ama su felicidad, pero debe amar m L a Dios,
Y la felicidad, por ser la unión con elBien, es amada p r el
amor y en el amor del Bien. Hay, pues, primacía del amor a
Dios, pero no queda abolido el amor humano. Así el individualismo, el egocentrismo, de la eudaimonia d e Aristbteles
queda definitivamente superada. "Mi felicidad, que deseo de
modo natural y necesario, que no puedo no deseer, y que Conde Dios, ha sido ahora suborsiste finalmente en la
dinada a algo mejor, subordinada...