etica del trabajo

1.- INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA ÉTICA DEL TRABAJO
La aparición del régimen fabril puso fin al romance entre el artesano y su trabajo. La nueva cruzada moral opuesta al postulado artesanal hegemónico de la ética del trabajo, procuró resucitar las características del periodo preindustrial, con el propósito de recrear, bajo la disciplina impuesta de los patrones, el compromiso pleno del trabajadorartesanal dentro de la fábrica, la dedicación incondicional de éste a la tarea fabril y el cumplimiento de las tareas que el patrón le exigiera.
Estas cruzadas que la sociedad Moderna resume en la ética del trabajo, y que se desarrollaron bajo varias premisas y normas discursivas que se ejecutaron en la práctica desde un lugar de poder, Zygmund Bauman las describe de la siguiente manera: Unaprimer premisa dice que hay que “dar primero para recibir después”, mientras que la otra dice que “trabajar es un valor en sí mismo, una actividad noble y jerarquizada”. La norma continua dice que “hay que seguir trabajando aunque no se vea lo que el trabajo tenga para aportarnos”. Además de esas dos premisas, se observan dos presunciones : una que supone que “todos tenemos una capacidad de trabajoque vender a cambio de un beneficio” y otra que dice que “sólo el valor reconocido por los otros tiene un valor moral consagrado por la ética del trabajo”.
Las prácticas discursivas de la ética del trabajo se reducen a que “trabajar es bueno y no trabajar es malo”.
3.a.- Bajo la ética del trabajo se promovía una ética de la disciplina.
El nuevo régimen fabril necesitaba sólo partes de sereshumanos: pequeños engranajes sin alma integrados a un mecanismo más complejo. La gente estaba acostumbrada a darle sentido a su trabajo bajo sus propias metas mientras retenía el control de las tareas necesarias para hacerlo, pero ahora se trataba de volcar su habilidad y su esfuerzo en el cumplimiento de tareas que otros le imponían. Deleuze sostiene que históricamente han sido las descripcionesrealizadas por los aparatos de captura del Estado (que siempre existieron de alguna manera) los que expresan como en las batallas existen partes mutiladas de los cuerpos, no habiendo un solo ejemplo de cuerpo mutilado en todo los relatos de las máquinas de guerra1 de la Odisea. Con el advenimiento del régimen fabril, se liberó una batalla contra las demás “partes humanas” ya inútiles. Laimposición de la ética del trabajo implicaba la renuncia a la libertad de aquellas “máquinas de guerra”.
La batalla por imponer el control y la subordinación tenía un objetivo básico: separar lo que la gente hace de lo que considera digno de hacer, separar lo que se iba a realizar de lo que tenía sentido que se hubiera hecho; había que separar al trabajo que se hizo siempre de cualquier objetivocomprensible que pudiera recuperar la afección física del cuerpo a la nueva tarea. El único valor que se le reconocía a los emprendimientos prácticos era el de acortar la distancia que los separaba del triunfo sobre la naturaleza. Otros criterios debían ser reevaluados: la piedad que debilita la resolución, la compasión que hacía mas lento el ritmo de los cambios hacia el progreso, y por lo tanto, laasistencia que resultaba inmoral. Las resistencias de los obreros al régimen efectivo y eficiente debía ser igualmente aniquilado como cualquier obstáculo que la naturaleza interpusiese al progreso humano.
El proceso civilizador, por lo tanto, consistía en la tarea de lograr que los pobres, y los que Taylor llamaría “voluntariamente ociosos”, se pusieran a trabajar por una razón moral y no solamentepor un imperativo económico. Ya sea que se considerara a los trabajadores manuales “como niños que no estaban en condiciones de regir sus propias vidas”, ya sea que estos “no pueden distinguir entre lo bueno y lo malo, entre las cosas que los benefician y las que le hacen daño”, la ética del trabajo, al mismo tiempo que se convertía en una visión constructiva del mundo, era también una “formula...