Etica

CAPITULO I

EL ESTADO DE ANIMO DE NUESTRA EPOCA: CONCIENCIA DE LA ENAJENACIÓN DEL HOMBRE.

La restauración de ciudades y puentes, instalaciones tecnológicas e instituciones económicas financieras parece adelantar más rápidamente la reconstrucción de un mundo que ha sido destrozado por la guerra moderna.

Seria una simplificación excesiva atribuir inclinación al pesimismo sólo a secuelasde ultima guerra y al temor de una nueva confusión. La actual tendencia nihilismo no es si una nueva expresión del ánimo de duda siguió al predominio de la confianza, la creación en la grandeza humana, en la supremacía de la razón en la infinitud del progreso, característica de los siglos XVLLL y XIX.

Este sentimiento de desesperación no solamente desde los escritos de Spengler, si no dominatambién el pensamiento de autores contribuciones son muy superiores as los escritos.
El nombre no puede ser el mismo que esta destinado a ser un extraño en el mundo en que vive. El moviendo creador vital de una movilización tiende a expresarse en las leyes en la tecnología, la ciencia, la religión y el arte. Aun con el propósito de estas expresiones sea el de completar y proteger la vida que lasengendro revelan una tendencia inmanente a seguir una dirección y ritmo propios independientes y separados de las energías vitales que les dieron origen. En el momento de su aparición podrá corresponder a la vida que las creo, pero a medida de que empiezan a desplegarse parecen caer en una obstinada desconexión y aun en un estado de descomposición.

Tienden a volverse rígidas, independientes yen cierta medida impermeables. De este modo tienden a adquirir continuidad e inclusive un carácter de eternidad: en una palabra, se convierten en formas.
Sin estas formas la vida creadora no podría verse manifestado. Por ello las produce continuamente. Así como un rió sin tregua, siempre formas nuevas pero oponiéndose a su solidez.

La vida que emana del ser íntimo el artista debe seguir supropia ley inherente un objetivo imposible de alcanzar si el artista tratase de crear la semejanza de una forma en el mundo anterior.

Simmel cree poder reconocer una tendencia familiar dentro del pensamiento filosófico que prevalece en este periodo. Señala como los protagonistas se sublevan contra la tradición.

En el dominio de la religión Simmel nota una tendencia a separar la experienciareligiosa no sólo de formas y cultos tradicionales si no también del encuentro con la dimensión de la trascendencia.

En una obra temprana puntualiza que para los hechos de sus contemporáneos la religión ha sido a ser una actitud frente a la vida, que la democión del niño hacia sus padres, del patrón hacia su país, del Cosmopolitan entusiasmado hacia la causa de la humanidad, del trabajador haciasu clase, del noble hacia su casta, tiene una cualidad religiosa. Esta manera de conocer la religión puede haber sido anticipada por místicos del pasado.

Pero a pesar de esta temprana anticipación la tendencia a desligar la religión no sólo de formas reverenciadas del culto, si no también de revelaciones de lo absoluto y divino es una manifestación específica de la mente del hombrecontemporaneo. Para mostrar que el conflicto entre formas de vida ha alcanzado aun los aspectos más personales e íntimos de las relaciones humanas, sino describe el desarrollo de las actitudes respecto del sexo en la cavilación moderna.

El matrimonio “contraído” a menudo por consideraciones convencionales o utilitarias o con el fin de adaptarse a pautas tradicionales y manteniendo frecuentemente sólo lavista de los preceptos legales regidos e inflexibles que son completamente ajenos alas necesidades del hombre moderno, tiende a resultar en crueldad y a adquirir una forma que responsabiliza y degrada al genuino impulso del amor.
Comparte este efecto de la prostitución que, como consecuencia de muchos tabúes observados por nuestra sociedad, ha llegado a ser una institución dominante y cuasi...