Etica
Los que tenemos hijos pequeños y tratamos de educarlos dentro de las normas dictadas por el sentido común sabemos, por haberlo experimentado en cuantas ocasiones se hapresentado, que nuestros hijos nos están “echando un pulso de forma permanente” con el fin de saber hasta dónde somos capaces de mantener el principio de autoridad en las pautas que ponemos para sueducación. Aprovechan cualquier resquicio que les deja una “debilidad” nuestra, mal entendida en su limitado razonamiento, para ponernos en un aprieto, porque saben que las normas que ponemos y no secumplen, se pueden “saltar” pues no son importantes, o por lo menos no son lo suficientemente trascendentales como para que nosotros las defendamos y por ese motivo son negociables.
La autoridad en lafamilia se basa en hacer ver a los demás la legitimación moral que se tiene a la hora de poner las normas de funcionamiento básicas, por el hecho de que esas normas son buenas para el funcionamientoóptimo del hogar. Esa autoridad, ganada en la búsqueda del bien común, es la que conduce al reconocimiento y al respeto hacia quien tiene que tomar las decisiones, es decir, hacia el matrimonio, el cualactúa como una sola voz en estos menesteres.
Esto, que es así de sencillo y fácil de explicar funciona de la misma manera en todos los aspectos de la vida tales como el trabajo, las amistades, eincluso en el gobierno de las naciones. Por eso, cuando se rompe ese principio de autoridad por cesiones a chantajes de cualquier tipo (en las familias los más habituales son los “emocionales”), lo quese está perdiendo es la capacidad para hacerse respetar, esa legitimación para desempeñar las funciones que le son reconocidas y por las cuales la persona con autoridad está investida para actuarejercitando un determinado poder.
Todo lo anterior, que no es sino una muestra de sentido común de lo más normal, se ha visto conculcado con la decisión del “matrimonio” formado por el gobierno y...
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