Etica

Janne Haaland-Matlary

El valor de la integridad en los negocios

EL VALOR DE LA INTEGRIDAD EN LOS
NEGOCIOS*
Janne Haaland-Matlary
Catedrática de Relaciones
Políticas Internacionales
Universidad de Oslo
Miembro del Internacional
Advisory Board del IESE
*Revista IESE. Nº 96. 2005. pág. 1620

RESUMEN
Las exigencias éticas sobre los líderes de empresa aumentan con la
globalización.Además, estos líderes
tienen que hacer frente a una gran inseguridad en la definición de sus bases éticas dada la ausencia de marcos morales previamente provistos
por las costumbres y la cultura nacionales, y el consenso ético general interno a los Estados. Mientras el marco religioso y cultural del
estado-nación es rechazado por tendencias relativistas y hecho obsoleto
por la globalización, elmarco de seguridad física y política del Estado
también pierde importancia. El líder
se encuentra en el vacío en un mercado global sin normas claras y sin un
gobierno político. Esta libertad casi
total es también un riesgo casi total,
porque nuevos actores sociales persiguen al líder empresarial y le hacen
responder de nuevas demandas sociales. En el momento en que más se
necesita labrújula ética, es cuando
parece más difícil de encontrar.
En mi lengua materna, el noruego, utilizamos dos palabras para referirnos a la integridad ética: la primera, helved (madera maciza), alude a
los troncos sin fisuras, sin puntos débiles. La segunda es más expresiva:
kjernekar, en sentido literal significa
compañero (kar) que tiene un centro
(Kjerne). La tesis de este artículo defiende que,si quieren sobrevivir, los
directivos tienen que aprender a convertirse en kjernekar. Vivimos tiempos difíciles para el liderazgo. Las referencias éticas se desvanecen y la
Sociedad exige cada vez más responsabilidad a la empresa. Las organizaN72 MAYO 2008 DYNA

ciones requieren líderes capaces de
anclar sus naves en ese centro.

EN BUSCA DE REFERENCIAS
Un reciente estudio deBurstonMarsteller sobre líderes en Escandinavia apuntaba que la Ética es la cualidad más importante del directivo.
“Se entiende que no disponer de la
capacidad de juzgar éticamente podría producir consecuencias desastrosas para la compañía” , afirma
Claus Sonberg. El experto considera
que escándalos como el de E nron
despertaron en su día la sensibilidad
de los directivos.
Personalmente, no me engañosobre este repentino interés por la
Ética: algunas lecciones sólo se
aprenden a “bofetadas”. He asesorado a muchos directivos noruegos.
Todos acuden a pedir consejo postfactum cuando la persecución de la
prensa les ha atrapado en un “sin comentarios”. Lamentablemente, entonces ya es demasiado tarde para controlar el proceso y sólo resta limitar
los daños.

campaña de prensa local que le acusade permitir que sus empleados chinos trabajen en malas condiciones.
¿Podrá entonces argumentar que las
condiciones en China son diferentes
o tendrá que amoldarse a los rigurosos estándares suecos? ¿Existe un
estándar común para los derechos
humanos?¿Es la empresa responsable ante los agentes sociales suecos
o ante todo el mundo?
Recuerdo la expectación con la
que me escuchaba un grupo deempresarios en una discusión sobre este
tema. Analizábamos un caso sobre el
diferente trato que se otorgaba a trabajadores indígenas y expatriados en
una explotación petrolífera en Angola.
¿Se puede tratar de manera diferente
a los trabajadores y respetar los derechos humanos? La impresión general
era que sí: podía darse un tratamiento
distinto en términos de salarios y beneficios, lugaresde residencia y vacaciones; pero no en términos de seguro médico, en caso de enfermedad
o accidente. Los participantes no sabían cómo se debía razonar sobre de-

Cuando estalla la crisis, los
directivos deben saber cómo
actuar. Deben aprender a
juzgar rectamente antes de que
se produzca la situación
A medida que los marcos éticos
se desvanecen, crece la responsabilidad ética personal....