etica
Si, como algunos pretenden, la ley moral es algo cambiante, que varía con los tiempos, que depende de las diversascircunstancias de cada época, que resulta de un acuerdo entre los hombres, cualquier acto inmoral que fuera considerado así en conformidad con las costumbres de una época determinada se consideraría lícito.Según este relativismo, los actos serían buenos cuando se les considerara como buenos, y al revés.
No podemos olvidar, sin embargo, que hay acciones que siempre y en todas partes han sido consideradasmalas por la mayoría (por ejemplo, matar al inocente; robar lo ajeno), lo que quiere decir que no son sino aplicaciones concretas de unos principios generales que no es posible eludir: haz el bien yevita el mal; no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Principios que estén en la base y son el origen de toda moralidad. Y son anteriores al consenso de los hombres, es decir, procedende una norma previa que Dios ha inscrito en el interior de cada individuo.
Con las solas fuerzas de su razón -y los testimonios en este sentido podrían multiplicarse- el hombre comprueba tambiénque el origen de esa ley moral está en Dios, autor de la naturaleza y que, a la vez, es accesible a su razón.
Así se explican esas palabras de Platón (cfr. Las Leyes, 716 c.) contra los sofistas quedefendían que la ética y la ley dependen de la simple conveniencia de los hombres: Dios es para nosotros, principalmente, la medida de todas las cosas, mucho más de lo que sea, como dicen, el...
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