Etica
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Uno de los problemas nucleares que la moralidad plantea a la reflexión ética es el de la
posible fundamentación de los juicios que componen el discurso moral. Y es conveniente aclarar
que la importancia de la cuestión estriba, no en que «fundamentar» consista en dejar una serie de
normas «bien atadas», sino en el hecho de que el hombre siga siendo un serracional. Frente a la
imposición o la propuesta de normas; frente a la invitación para seguir determinados ideales de
conducta, los hombres —tanto más cuanto más críticos— preguntan «por qué». Y la respuesta no
puede consistir en un dogmático recurso de autoridad al «porque sí» o a sentimientos ambiguos,
equívocamente interpretables. La respuesta —y especialmente si se pretende filosófica—tendrá que
consistir en razones, tendrá que posibilitar la continuidad de la argumentación, la prosecución del
diálogo.
Esta legimitación racional de la moralidad no implica, sin embargo, que la razón misma
constituya el fundamento de la moralidad. Tal vez lo racional sea apuntar a hechos psíquicos, al
querer, a las relaciones socio-económicas o a la revelación, entre otros fundamentosposibles. Tal
vez lo razonable consista precisamente en no prescindir de ninguno de estos factores. En cualquier
caso, sólo una respuesta que apunte a ellos racionalmente, sólo una respuesta racional en su forma,
sienta las bases para continuar el diálogo entre seres dotados de razón dialogante.
Determinar qué razones son más adecuadas, cuáles establecen en mayor grado la coherencia
de laexperiencia moral, es cuestión de todo hombre, pero, muy especialmente, de aquella vertiente
de la reflexión filosófica que tiene por objeto la vida moral. Sin embargo, no pretendo en este
apartado emprender semejante tarea. Únicamente intento recoger alguno de los problemas con los
que actualmente se enfrentaría quien quisiera llevarla a cabo, así como apuntar posibles vías de
solución.Y ello centrado en torno a los dos factores cuya síntesis constituye la totalidad del
problema: en torno al significado de los términos «moral» y «fundamento».
1. EL ÁMBITO MORAL
1.1. ¿«FUNDAMENTACIÓN DE LA ÉTICA» O «FUNDAMENTACIÓN DE LA MORAL»?
La diferenciación entre moral y ética no viene exigida por razones etimológicas, ni por el
uso de ambos términos, sino por imperativos lógicos,es decir, porque configuran dos niveles
distintos de pensamiento y lenguaje.
No cabe duda de que los términos «moral» y «ética» no aluden a dos realidades distintas
desde el punto de vista etimológico, si es que concedemos a la etimología el valor que J. L.
Aranguren le confiere, aceptando las sugerencias de Heidegger, Ortega y Zubiri
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. Como también es•
Reelaboración de «¿Es posible una fundamentación filosófica de los juicios morales?». Pensamiento, vol. 40, n.° 157
(1984), pp. 55-76. Este capítulo puede completarse con el 3.a de Ética sin moral.
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Cf. J. L. Aranguren, Etica, p. 22. A d e l a C o r t i n a É t i c a m í n i m a
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evidente que el uso social de tales vocablos no nos invita a deslindarlos,puesto que en el lenguaje
ordinario, incluso en la aplicación del lenguaje ordinario a la reflexión filosófica, se utilizan
indistintamente ambos términos de manera habitual.
Sin embargo, desde el nacimiento de la filosofía se ha ido bosquejando paulatinamente una
distinción entre dos niveles lógicos: el de la moral y el de la filosofía moral, que, en repetidas
ocasiones, ha recibido elnombre de «ética». Al primero de ambos niveles corresponden aquellos
códigos y juicios que pretenden regular las acciones concretas de los hombres, ofreciendo normas
de actuación con contenido a la pregunta «¿qué debo, como hombre, hacer?». Sería ocioso
cuestionar si la respuesta debe estar formulada en lenguaje descriptivo o prescriptivo porque,
evidentemente, la pregunta reclama una...
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