ETICA
Ética y prácticas en Salud Mental.
Alicia Stolkiner
Pamela Garbus
( Capítulo del libro Bioética, Salud Mental y Psicoanálisis. Compiladores: Pablo Fridman y Juan Carlos Fantin. En prensa. 2008)
Hospital Colonia Cabred, Lujan 2007
Foto: Alicia Stolkiner
“El sujeto…no es algo que pueda ser alcanzado directamente como una realidad sustancial presente en alguna parte; por el contrario, esaquello que resulta del encuentro y del cuerpo a cuerpo con los dispositivos en los cuales ha sido puesto —si lo fue— en juego. Una subjetividad se produce cuando el viviente, encontrando el lenguaje y poniéndose en juego en él sin reservas, exhibe en un gesto su irreductibilidad a él. Todo el resto es psicología, y en ninguna parte en la psicología encontramos algo así como un sujeto ético, unaforma de vida”….
Giorgio Agamben (2005- Pág. 93- 94)
Introducción
En los últimos años, probablemente desde la crisis que precipitó la deslegitimación de los discursos hegemónicos pro-mercado de los 90, ha recuperado potencia en nuestro país el debate sobre la reforma de la atención en salud mental y se multiplican experiencias de este tipo. Se trata de propuestas que, en lo esencial, tienden amodificar la atención de los pacientes psiquiátricos sometidos a internaciones prolongadas. Tales transformaciones promueven modelos de asistencia ambulatoria, restringiendo las internaciones a lo indispensable en los momentos de crisis aguda y desarrollando, de diversas maneras, redes de asistencia ligadas al primer nivel de atención y a la comunidad, con enfoque intersectorial. En un sistema desalud notablemente segmentado y fragmentado, la aparición de estas propuestas bajo la forma de programas, experiencias locales o reformas provinciales, no termina de constituirse como una política universal. Pese a ello, y ante el horror de las instituciones asilares que aún persisten1, estas propuestas transformadoras aparecen homogéneamente progresivas. No obstante, es indispensable revisar lasdimensiones éticas que se ponen en juego en estas prácticas y abrir el debate sobre ello.
Consideramos las prácticas en salud mental como un conjunto simultáneo de representaciones, saberes y acciones específicos de un campo definido, el de la salud mental, espacio no homogéneo, de contradicciones y antagonismos. Se trata de un subcampo dentro del de las prácticas en salud en general, cuyaespecificidad se define por el particular constructo social de sentido con respecto a la locura producido en la modernidad, y sus formas institucionales específicas.
El análisis de la configuración de este subcampo muestra su imbricación con el estado y también su función de producción de sentido sobre el conjunto de la sociedad. Es así como las distintas formas de respuesta a la problemática de la“locura” se han visto fuertemente ligadas a condiciones centrales del desarrollo de los estados modernos, como indefectiblemente lo están las propuestas de reforma actuales.
En el corazón de ese constructo se corporiza de forma paradigmática el antagonismo central de nuestra época entre la tendencia a la “objetivación” y la tendencia a la “subjetivación”. Es en este aspecto que se vuelveindispensable la consideración ética de sus prácticas, entendiendo que la ética es un proceso reflexivo sobre el posicionamiento en relación al otro, a la alteridad y a la vida. Un proceso en el cual se pone en juego el reconocimiento o no de la autonomía.
El objetivo de este trabajo será reflexionar sobre las dimensiones éticas de las prácticas actuales de salud mental, diferenciando --y a la vezrelacionando-- esta dimensión con la jurídico-legal y la relativa a los derechos humanos. Serán objeto de análisis los procesos de formulación de políticas de atención ambulatoria, la articulación entre salud mental y atención primaria de la salud y las actuales tendencias agrupables bajo el término de neo-biologismo.
Bioética, biopolítica y ética en salud
“La ética consiste esencialmente – siempre...
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