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Cuando los elefantes son entrenados en el circo, desde que son pequeños se les amarra una pata a una estaca clavada fuertemente en la tierra, cuando son pequeños no tienen la fuerza parasoltarse, lo intentan pero terminan por agotarse, conforme van creciendo los intentos van disminuyendo, hasta que al llegar a su edad adulta han dejado definitivamente de intentarlo.

A esasalturas sus cuidadores sólo tienen que poner una soga alrededor del elefante sin amarrarla a ninguna estaca, y este con su buena memoria recordará que es inútil intentar zafarse, terrible ironía pues ahoracontaría con la fuerza incluso para soltarse de la estaca que lo apresaba en su niñez.


Al leer este “dato” podríamos pensar qué irónico resulta esto, sentir pena por el elefante, o inclusoconsiderarlo un tanto torpe, pero no se nos ocurre que en realidad esto mismo nos sucede a todos constantemente.

Mientras vamos creciendo, la sociedad, nuestros padres, maestros, amigos, compañeros etc.van colaborando en crear esta estaca para nosotros, esta aparece de una manera sutil, en la forma de etiquetas, creencias y adjetivos que vamos aceptando o rechazando con el paso del tiempo, y queempiezan a formar parte de nosotros.

El gordito, el chaparro, el ciego, el tonto, los apodos, los “nombres de cariño”, los calificativos que usan los maestros, los sobrenombres que recibimos de loscompañeros, esto se va instalando casi imperceptiblemente en nuestro subconsciente, y no nos damos cuenta en qué momento nosotros mismos comenzamos a usarlo como parte de nuestra descripción. Decimos“ah si, es que soy un poco tonto para la escuela”, “la verdad es que soy muy flojo”, “es que soy muy tragón”, etc.

En ese momento la estaca está firmemente asentada, pues ya no es el mundo exterior elque me califica de tal o cual manera, sino soy yo mismo quien lo hace. Muchas veces no tengo que decirlo en voz alta, o declararlo al mundo, a veces me encuentro con situaciones que me hacen dudar...