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FViqdfhuiQefbhuiUefbuqhiEfqbhuiuiqbh.fdhui.qdbfhuid.qfuih.Quevedo nació en Madrid en el seno de una familia de hidalgos provenientes de la aldea deVejorís (Santiurde de Toranzo), en las montañas de Cantabria.[2] [3] Fue bautizado en la parroquia de San Ginés el 26 de septiembre de 1580. Su infancia transcurrió en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio. Su madre, María de Santibáñez, era dama de la reina, y su padre, Pedro Gómez de Quevedo, era el secretario de la hermana del reyFelipe II, María de Austria. Huérfano de padre a los seis años, le nombraron por tutor a un pariente lejano, Agustín de Villanueva. En 1591 falleció su hermano Pedro. Pasó al Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, en lo que hoy es el Instituto de San Isidro de Madrid,[4] y estudió Teología en Alcalá sin llegar a ordenarse, así como lenguas antiguas y modernas. Es lugar común que durante laestancia de la Corte en Valladolid circularon los primeros poemas de Quevedo que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora bajo seudónimo (Miguel de Musa) o no, y el poeta cordobés detectó con rapidez al joven que minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió atacarlo con una serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta lamuerte del cisne cordobés, quien dejó en estos versos constancia de la deuda que Quevedo le tenía contraída.[5]
Francisco de Quevedo retratado después de ingresar en la Orden de Santiago en 1618 por Francisco Pacheco en su Libro de descripción de verdaderos retratos, ilustres y memorables varones.
Musa que sopla y no inspira
y sabe que es lo traidor
poner los dedos mejor
en mi bolsa que ensu lira,
no es de Apolo, que es mentira.
No obstante, voces suficientemente autorizadas como las de Antonio Carreira o Amelia de Paz dudan, no obstante, de que existiese realmente dicha enemistad. Sostienen que esas controversias eran ejercicios habituales en la poesía barroca, que Góngora nunca nombra a Quevedo, que las atribuciones de las sátiras de uno y otro son dudosas y que, a la muertede Góngora, Quevedo era un escritor casi inédito, por lo que tal enemistad nunca pudo existir.[6]
Quevedo también se aproximó a la prosa escribiendo como juego cortesano, en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una novela picaresca, La vida del Buscón, y un cierto número de cortos opúsculos burlescos que le ganaron cierta celebridad entre los estudiantesy de los que habría de renegar en su edad madura como travesuras de juventud; igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el humanista Justo Lipsio, deplorando las guerras que estremecen Europa, según puede verse en el Epistolario reunido por Luis Astrana Marín. En 1601 fallece su madre, María Santibáñez. Hacia 1604 intenta explorar nuevos caminos métricos creandoun libro de silvas que no terminó, a imitación de las de Publio Papinio Estacio, combinando versos de siete y once sílabas libremente; en 1605 fallece su hermana María.[7]
Vuelta la Corte a Madrid, arriba a ella Quevedo en 1606 y reside allí hasta 1611 entregado a las letras; escribe cuatro de sus Sueños y diversas sátiras breves en prosa; obras de erudición bíblica como su comentario Lágrimasde Jeremías castellanas; una defensa de los estudios humanísticos en España, la España defendida; y una obra política, el Discurso de las privanzas, así como lírica amorosa y satírica. Se gana la amistad de Félix Lope de Vega (hay numerosos elogios a Quevedo en los libros de Rimas del Fénix y Quevedo aprobó las Rimas humanas y divinas, de Tomé Burguillos, heterónimo del Fénix), así como de...
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