Eucaristía Y Vida Religiosa

La eucaristía, el fuego que transforma

No hay duda que el valor de la VIDA CONSAGRADA (VC) depende de nuestra capacidad para darnos y entregarnos. Esto se aprende en la Eucaristía. A su vez el mejor modo de darla consiste en transformar la historia. Esto, también, se aprende en la Eucaristía. En el corazón de la celebración eucarística se descubre el dinamismo transformador de la fecristiana. Es un dinamismo de liberación y de comunión. No hay duda que la celebración eucarística puede dar intensidad y pasión a nuestra VC y focalizar bien su capacidad de servicio. Sintonizar con la Eucaristía nos lleva a revitalizar los signos de nuestra consagración.


El año 1981 me encontraba en el Aeropuerto de Ezeiza (Buenos Aires) con Madre Teresa. Ella viajaba por primera vez aSantiago de Chile y el Cardenal Silva Henríquez me pidió que hablar con ella sobre el delicado problema de la relación de la Iglesia con el Gobierno ya que al día siguiente de llegar tenía una entrevista con el General Pinochet y un encuentro con los jóvenes de Santiago. Después de saludarnos Madre Teresa me hizo una pregunta de Santa: “¿Es importante la Eucaristía para los religiosos deArgentina?”. No me esperaba una tal pregunta hecha a boca jarro. Con el pasar del tiempo he visto que podía ser atinada. Quiero comenzar esta reflexión con los muchos interrogantes que con la pregunta de Madre Teresa me vinieron a la mente mientras regresaba a casa desde el Aeropuerto y que todavía hoy día me siguen interpelando. Ahí van uno tras otro:
1.- ¿Sé lo que estoy haciendo cuando participo ycelebro la Eucaristía?
2.- ¿Hasta qué punto la celebración de cada día tiene que ver con mi vida?
3.- ¿Me proporciona la vida que tiene el poder de vencer la muerte?
4.- ¿Cómo puede ser eucarística toda mi vida?
5.- ¿Cómo la celebración de la Eucaristía me hace más religioso, cómo transforma mi VC?
6.- ¿Cómo la Eucaristía transforma el mundo?


Para la respuesta a todas ellas no podemosolvidar esta gran idea. La Eucaristía es el corazón de toda la vida religiosa. Eso es lo que yo leía en el rostro de Madre Teresa cuando yo intentaba dar una primera respuesta. Los religiosos viven y crecen continuamente, se transforma en consagrados mediante la Eucaristía. La profesión religiosa es el momento culminante de nuestra historia de religiosos. Hemos profesado VC para siempre en unaEucaristía. Eucaristía y profesión son una única acción celebrativa. La comunidad religiosa se hace grupo creyente y fecundo en torno a la eucaristía. Al mismo tiempo, debemos reconocer que la eucaristía nos sobrepasa. La contemplamos desde la fe pero somos incapaces de encerrarla en nuestros conceptos y representaciones humanas. Nos deja en la admiración y en la adoración, en el asombro y en elmisterio. No nos deja en la indiferencia. Es algo luminoso. Ilumina la VC; mejor aún, la metamorfosea. Tiene una gran fuerza transformadora. Por lo mismo, si decimos que es el acto central de la jornada del religioso, se trata de hacer aquello que lo confirme. Y decimos, también, que nada de lo que es auténticamente humano es extraño a la entrega que Jesús hizo y hace de si mismo en la cruz y en elaltar.


De esta última afirmación nacen una serie de espontáneas propuestas y exigencias para el religioso. Enumero algunas y casi todas serán desarrolladas en estas páginas. La propuesta de pasar de “tener” Eucaristía a celebrarla; de celebrarla a vivirla; de vivirla a ser hombres y mujeres de eucaristía; de ser mujeres y hombres de Eucaristía a convertir esta forma de vida en unapropuesta de vida alternativa para nuestro tiempo. Todo esto supone, también, pasar de la obligación a la necesidad de la Eucaristía; de la Eucaristía de la iglesia a la Eucaristía de la calle y de la plaza. Para ello la Eucaristía tiene que transformar nuestra vida y transformarse en vida. Convertirse en el gozne de la jornada; en el momento del día que vivimos con más intensidad. Ese será el...