Eugene Atget, Resumen

ATGET
La figura y la obra de Eugene Atget suponen un caso aparte en la historia de la fotografía. Mientras que a otros autores los podemos encuadrar dentro de alguna tendencia o género, o adscribir a una corriente artística o cultural de una época determinada, Atget se erige en una personalidad única durante los años que le tocó vivir. Él mismo se consideraba un mero fotógrafo-productor dedocumentos para artista, sin especiales pretensiones artísticas o expresivas, pero el redescubrimiento y revalorización de su trabajo, una vez fallecido, por parte de diversos fotógrafos, críticos y movimientos ha supuesto una cantidad de relecturas diferentes de su obra que han situado a Atget como una figura capital dentro de la evolución del medio fotográfico, considerado ahora un precedente ymodelo para un conjunto de tendencias, estilos y géneros de muy diversa índole entre ellos. ¿Quién era y qué fotografió Atget? Jean-Eugène-Auguste Atget nació en 1857 cerca de Burdeos, quedando huérfano antes de los diez años. A los 20 años se encuentra en París cumpliendo el servicio militar y estudiando arte dramático. Suspendido el examen del conservatorio comienza a trabajar como actor secundarioen una compañía por París y alrededores. Problemas de garganta la impiden continuar trabajando en el teatro y hacia 1890, con 33 años, se interesa por la pintura y sobre todo la fotografía. Por esas fechas abre ya un estudio fotográfico en cuyas puertas se lee el rótulo “Documentos para artistas”. En 1897 comienza a fotografiar de forma sistemática los barrios antiguos de París, tarea quecontinuará hasta su muerte en 1927 y que constituirá casi la totalidad de su obra, que le reportará fama y reconocimiento solo tras su fallecimiento. Su ambición fue la de crear una colección de lo artístico y pintoresco de la capital francesa, esta dedicación exclusiva durante treinta años a un mismo tema (toda su carrera) fue posible gracias, según decía él mismo, más al amor que sentía por París que albeneficio que de ello obtenía. En vida no puede decirse que tuviera problemas económicos, quizá solamente alguna pequeña crisis en sus últimos años, a partir de los cuales se forjó la leyenda de un Atget ambulante, mísero y huraño, que vendía sus imágenes por las terrazas, algo que, al menos si que entronca con las descripciones que siempre se hicieron de su carácter: independiente y un tantointransigente, tanto en gusto como en manera de ser. Pero durante toda su carrera anterior era reconocido como especialista en fotografías del viejo París, y contaba con numerosos clientes entre el mundo de los artistas, artesanos y coleccionistas, además de ventas y encargos a instituciones públicas consagradas a la conservación y difusión del patrimonio (Bibliotecas, Escuelas de Bellas Artes,Museos…). Su obra, que sobrepasa las diez mil fotografías, constituye un documento insustituible sobre una época y un lugar, una parte de la ciudad que con las reformas planteadas por Haussman iba a desaparecer para dar paso a amplias avenidas y bulevares más acordes con la idea de una ciudad moderna y dinámica. Realiza su tarea a través de un registro reiterado y constante de los mismos temas: calles yrincones del viejo París, comercios tradicionales, jardines y viejos palacios, interiores, series de puertas, escaleras… Son rasgos comunes en una primera ojeada la ausencia humana en las fotografías, el interés por el pasado y sus huellas, y una patente falta de pretenciosidad artística de acuerdo a los cánones estéticos de la época. Destilan todas ellas también un empleo hábil de la luz así comoelegancia y mesura en la composición, recursos fundamentales pero discretos en cuanto a protagonismo, que fácilmente pueden ser pasados por alto en la apreciación de las imágenes. Se siente, bajo el registro aparentemente documental de las fotografías, una sensación de profundo desasosiego en la mirada del autor, de nostalgia por un tiempo perdido. En su inventario de París no tiene cabida la...