Europa Mendez y Molinero_Parte1

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ESPAOOS y SOCIBDADES

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CAPtruLo ill
EUROPA:

INTEGRACIÓN Y CONTRASTES

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1. La individualización del espacio europeo
Si las fronteraspolíticas de los Estados resultan bastante precisas, aunque históricamen­
te cambiantes, no ocurre lo mismo con las que delimitan las diez,uIÜdades o conjuntos regiona­
les que aquí se han diferenciado. Por este motivo, los límites de Europa no se prestan a un
consenso generalizado, particulannente por lo que se refiere a sus márgenes meridional y, sobre
todo, oriental, exigiendo en consecuencia unabreve jUstificación del criterio adoptado.
Por un lado, algunos autmes consideran que el Mediterráneo es, más que una línea de
separación, un vínculo de unión ' entre todos los países ribereños de la cuenca que, a partir
de unas condiciones ecológicas similares, han desarrollado unos modos de vida tradicionales
claramente emparentados, que exigen un tratamiento conjunto (perras, R., 1990). Sin negaresa
semejanza, e incluso los vínculos históricos que ligan ambas orillas mediante relaciones alter­
nantes dl~ cooperación o conflicto, una visión de la realidad actual como la que aqur se pretende
no puede ignorar los contra~tes evidentes hoy, tanto en lo que se refiere al nivel de desarrollo
como a la diversa tradición cultural y su materialización espacial, razones que juzgamos sufi­
cientespara llevar a cabo un análisis separado.
Mayor tradición aún, sob~ todo en lo que respecta a las representaciones cartográficas,
tiene el límite de los Urales como divisoria en.tre los mundos europeo y asiático. Aceptando su
significado histórico concreto, cuando en el siglo XVII venía a suponer el límite oriental del
Imperio ruso, su vigencia actual resulta prácticamente nula. Si desde el punto devista fisico esta
barrera de escasa altitud no impide qu.e la distribución de las regiones naturales se organice
perpendicularmente a su dirección, mucho menos significado tiene aún desde una perspectiva
política o de organización territorial: el estado ruso, como antes el soviético, es una entidad
político-espacial indudable, que en un rápido e intenso movimiento colonizador incorporó
bnena partede sus regiones orieotales al proceso de industrialización y transformaciones en
todos los órdenes que han presidido su evolución reciente, sin que el Ural represente hoy más
que una simple unidad fisiográfica dentro del país. Mayores dudas suscitan hoy algunos de los
nuevos paísesswgidos tras la desintegración de la Unión Soviética (Ucrania, Bielorrusia, Mol­
mercado que les !isemeja a sus vecinos y anteriores ali ~dos en el Pacto de Varsovia No obstante, '
el criterio aquí adoptado ha decidido mantener dentro del mismo conjunto regional aquellas
repl1blicas de la antigua URSS que hoy se integran en la Comunidad de Estados Independientes
(CEI), dejando al margen los tres estados bálticos...