Europa
Dacian Ciolos
Discurso del comisario de Agricultura y Desarrollo Rural en el Congreso Mundial de la Carne. París, 6 de junio.
En primer lugar, unas pocas palabras para agradecerles haberme acogido aquí, en este foro internacional. Es una verdadera oportunidad para mí poder presentar las preocupaciones y la visión europea sobre el sectorcárnico en esta asamblea internacional.
Mi agradecimiento especial va a Joseph Daul, con quien siempre ha sido un placer para mí departir sobre la ganadería, el porvenir de nuestros canales de distribución, nuestros ganaderos y, más en general, nuestros agricultores.
Puedo afirmar que la ganadería es un sector que nos impulsa a la acción, y no solo en el marco de las reflexiones sobre el futurode la Política Agrícola Común.
El sector cárnico nos impulsa a la acción, porque es un sector lleno de contrastes, en la encrucijada de numerosos retos de futuro del sector agrícola.
Por un lado, el consumo de carne en el mundo aumenta sin cesar por la demanda de los países emergentes, que ha crecido aproximadamente el 6 % en cinco años. Por otra parte, los consumidores de los paísesdesarrollados reciben muchos mensajes negativos sobre las consecuencias de un consumo supuestamente excesivo de carne. El consumo per cápita se ha estancado en esa región.
Por un lado, la ganadería, especialmente la extensiva de vacuno, ovino y caprino, contribuye a la preservación de la biodiversidad natural y al cuidado del territorio, asuntos fundamentales para la sociedad europea, así como a laconservación de los prados y, en consecuencia, a la lucha contra el cambio climático y al mantenimiento de la biodiversidad. Por otro lado, se oyen críticas sobre el impacto medioambiental de determinados tipos de explotaciones, sobre todo en relación con la cuestión del agua o la de los cambios en el uso de las tierras.
Determinadas regiones aprovechan plenamente el crecimiento de los mercadosemergentes, mientras que otras regiones afrontan difícilmente la competencia.
Europa, pese a lo que se oye a veces, ya no «fija» los precios, como pudo hacerlo en el pasado. Por el contrario, tras las sucesivas reformas de la PAC, Europa ha pasado a tener que «aceptar» precios. Es una realidad y un reto como tal para nuestros ganaderos, porque, al mismo tiempo, deben responder a lasexpectativas específicas de la sociedad europea y aprovechar las oportunidades del mercado mundial.
Otro contraste en Europa, es que la cría de ganado ovino y bovino está ligada a menudo a regiones vulnerables. Suele ser la única actividad agraria posible (y, a veces, la única actividad económica), que convive, en el sector de la carne, con regiones muy integradas en los circuitos comerciales mundiales,con regiones que han basado verdaderamente su desarrollo en la creación de redes muy competitivas.
Tanto en un caso como en otro, sectores enteros de las economías regionales se basan en la ganadería. Europa se enorgullece de ello y desea mantener este potencial considerable.
Sin embargo, estos contrastes son retos para todos los países productores. Tenemos que hacer frente al desafío de laseguridad alimentaria y responder a una demanda creciente, respetando los territorios, el medio ambiente y las fuertes identidades culturales relacionadas con la carne.
Europa está bien situada para conciliar esos desafíos (la producción y la sostenibilidad), sobre todo gracias a los esfuerzos realizados en los últimos años, con una mayor orientación al mercado de nuestra política agrícola;gracias a los esfuerzos que vamos a proseguir con la reforma de la PAC, con una mejor valorización de las prácticas agrícolas más «ecológicas» y, por último, gracias a nuestra capacidad considerable de investigación e innovación.
Aunque Europa está en buena posición (ya volveré a hablar de ello), esto se debe ajustar a un planteamiento internacional coherente, tanto en nuestras relaciones...
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