Europa

“HISTORIA DE EUROPA DESDE 1870”
Joll, James, Alianza editores, Madrid, 1970.

Capítulo 3

EL DESAFIO SOCIALISTA

En marzo de 1871 estalló una insurrección en París. Durante meses, la población había sufrido las penalidades del asedio impuesto por el ejercito prusiano. La vida económica de la capital se derrumbó, y existía una desesperante escasez de alimentos. Cuando, en enero, el gobiernoprovisional firmó por fin un armisticio con los prusianos, los parisienses estaban amargados y resentidos tanto por su situación económica como porque su resistencia patriótica había sido en vano. El gobierno, en una tentativa para restablecer las condiciones económicas normales, declaró que los vales que habían servido como moneda durante el sitio debían ser cancelados y que los alquileresatrasados debido al sitio tenían que ser abonados, por lo que buena parte de la clase media de París se encontró ante la perspectiva de la ruina. Poco después, el 18 de marzo, Thiers, jefe del gobierno provisional con sede en Versalles en las afueras de la capital, ordenó a la Guardia Nacional de París que entregara la artillería que tenía en su poder, y envió tropas para dar cumplimiento a la orden.La reacción del patriotismo ultrajado y de la exasperación general cobró la forma de una sublevación inmediata contra la autoridad del gobierno. (Algunos han sugerido que Thiers había previsto esta eventualidad y que deliberadamente la provocó a fin de tener una oportunidad de suprimir los movimientos revolucionarios que se habían estado incubando en París en los meses anteriores; pero es másprobable que la falta de tacto del gobierno al tratar el asunto de los cañones no fuese intencionada.)

Bajo la jefatura de un grupo muy heterogéneo de revolucionarios -seguidores de Proudhon, veteranos de 1848 o discípulos de Auguste Blanqui, el anciano héroe insurrecto que había pasado la mayor parte de su vida en la cárcel como resultado de su consagración a la causa de la revolución violenta- secelebraron elecciones en París, y el 28 de marzo asumió el poder un nuevo gobierno de la ciudad. Durante dos meses, los revolucionarios gobernaron París y dieron a su régimen el nombre de Comuna, como el del gobierno Revolucionario establecido en París por jacobinos extremistas en 1793. Sin embargo, tras algunas semanas de asedio las tropas regulares del gobierno pudieron ocupar la ciudad ysuprimieron la Comuna. La lucha fue enconada, con actos de terrorismo por ambas partes, entre ellas el asesinato del arzobispo y otros rehenes, y el incendio del palacio de las Tullerías por partidarios desesperados de la Comuna. Muchos participantes y aun meros espectadores inocentes fueron fusilados en el acto, mientras que otros fueron castigados con sentencias de muerte, destierro y encarcelamiento.A pesar de su corta vida y nulo éxito, la Comuna de París se convirtió enseguida en un episodio legendario. Para la izquierda de toda Europa pareció mostrar que la época de las revoluciones todavía no había terminado y que una insurrección victoriosa todavía podía conducir a un nuevo orden social. Cada grupo revolucionario pretendía haber inspirado a la Comuna. Para los anarquistas, discípulosde Proudhon y Bakunin, era “simplemente la ciudad de París que se administró a sí misma” (1), la primera de las miles de comunas independientes que establecerían una nueva sociedad federativo y anarquista. Para los marxistas (tras una vacilación inicial del propio Marx), pronto se convirtió en un ejemplo práctico de la dictadura del proletariado, “el glorioso presagio de una nueva sociedad” (2),que Marx y Engels celebraron en uno de sus más famosos panfletos -La guerra civil en Francia- y, aunque en los años anteriores a su muerte en 1883, parece ser que Marx consideró el episodio como menos importante de lo que había parecido en su época, la leyenda ya circulaba y desempeñó su papel en la historia socialista posterior, especialmente en el pensamiento y la práctica de Lenin.

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