eutanacia
México debe regular primero la pasiva o abstención terapéutica que implica dejar morir al renunciar a la prolongación artificial de la vida. El reto es humanizarla y dejarla como último recurso, señala experto para quien también tiene que ser tomado en cuenta el sufrimiento del paciente
El alto costo del tratamiento para el sida fue motivo suficiente para queAlfonso se dejara morir. Con un buen empleo en una importante empresa crediticia y una vida satisfactoria, la noticia de estar infectado con el VIH lo devastó, al punto de optar por la eutanasia pasiva para terminar pronto con su sufrimiento y evitar, a la vez, convertirse en una carga económica para su familia.
Su hermana, la última pariente que le quedaba, aceptaba su homosexualidad pero,ignorando aun los alcances del sida, le daba de comer en trastes especiales, pues quería proteger a sus hijas. Así, Alfonso renunció a su empleo, se negó a recibir tratamiento y no luchó ni un momento por su vida.
Como Alfonso, en todo el mundo hay personas que se niegan a seguir esperando resultados de una larga discusión sobre la eutanasia y el suicidio asistido. Inmaculada Echeverría, una mujerespañola de 51 años que padece distrofia muscular, solicitó hace cuatro meses se le desconectara del respirador artificial que la mantenía viva. El pasado jueves, el Consejo Consultivo del gobierno autonómico de Andalucía le concedió finalmente el deseo de terminar con una vida de "enfermedad y opresión".
Aunque, como dijera el director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, FernandoCano, resulta ingenuo pensar que en México el tema de una muerte con dignidad esté en sus albores, el grupo parlamentario del PRI en la Asamblea Legislativa presentó en noviembre pasado una iniciativa para legalizar la eutanasia, para lo cual había propuesto realizar un referéndum en febrero pasado que mostrara la opinión de la población capitalina a ese respecto, pero no se llevó a cabo. Sobre estainiciativa, el doctor holandés Hans van Delden recomendó a México avanzar en el tema, pero con mesura.
El profesor de ética médica de la Universidad de Utretch sugirió, ante un contexto tan polémico y complicado como el mexicano, regular primero la abstención terapéutica, mejor conocida como eutanasia pasiva, que consiste en renunciar a la prolongación artificial de la vida dentro de un procesode fallecimiento. Una vez establecido ésto en la ley, se pueden considerar la eutanasia activa y el suicidio asistido, precisó el catedrático.
Siendo la eutanasia un fenómeno importante en el contexto del cáncer, y considerando que ese padecimiento es la segunda causa de muerte en México, urge una revisión objetiva al marco legal que tome en cuenta el sufrimiento del paciente, pero también queconsidere la eutanasia como el último recurso. "Está más relacionado con la forma en cómo el paciente ve la vida que con sus posibilidades de sanación", reiteró.
"Holanda no es el paraíso"
Con la legalización de la eutanasia, en el año 2002, Holanda se colocó en el ojo del huracán, y a su alrededor se generó todo tipo de temores: que se dispararía la demanda y el número de suicidios asistidos, quese incurriría en asesinatos disfrazados y que los holandeses estaban dispuestos a otorgar a los enfermos su derecho a morir. Pero terminar la vida de un enfermo es una práctica que debe seguir siendo la última opción, según Hans van Delden.
A casi cinco años de haber sido aprobada la polémica ley, Holanda no reporta una demanda desmedida ni descontrol en la aplicación de la eutanasia: 97% de laspeticiones que son presentadas al Comité de Evaluación provienen de un paciente lúcido, y solamente dos de cada cinco son aprobadas. Esto se debe a los estrictos criterios de los miembros del Comité, que para otorgar un permiso para practicar eutanasia o un suicidio asistido exigen la petición escrita del paciente y la opinión de dos médicos independientes que aseguren que ya no hay más qué...
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