eutanasia

NOMBRE Y APELLIDOS: Patricia Zuazo Flores
FECHA: 22 de marzo de 2013

EUTANASIA: “Una muerte digna”
Era una tarde de verano del año 2007 en la ciudad de Sucre, me encontraba en el hospital obrero “Jaime Mendoza” realizando mi primera práctica de la materia de semiología general, que era dictada por el Dr. Corrales, oncólogo muy reconocido de esta ciudad.
Como en primer día de clases nosencontrábamos muy nerviosas y ansiosas por empezar la visita médica, fuimos designadas un grupo de seis mujeres incluida yo para realizar la visita correspondiente en el horario de 3:00 a 5:00 p.m., cuando paso todo el protocolo de presentación, designación de tareas y demás, nos separamos en grupos de dos personas para realizar la visita de manera más rápida, el doctor nos daba las últimasrecomendaciones cuando tocaron la puerta del consultorio, la enfermera abrió la puerta y entró un hombre de aproximadamente 50 años de edad, se apresuró al escritorio del doctor y le rogó que haga algo por su esposa, que no podía soportar verla así, le dijo el nombre de la paciente y el doctor sólo bajo la mirada y le dijo ya no puedo hacer nada, el proceso sólo tiene que continuar, ya tiene la medicaciónmás fuerte que puedo administrarle, lo siento no puedo hacer nada más y le acompañó a la puerta, el hombre se retiró dejando caer lágrimas y suplicándole una última vez con la mirada y cerró la puerta, mientras el doctor nos explicaba que la señora estaba en una etapa de cáncer uterino muy avanzado que se había realizado la quimioterapia y tratamiento respectivo, pero aun así no se pudo combatirsatisfactoriamente, el cáncer ya se había diseminado demasiado y estaba en una etapa final, de repente irrumpió en el consultorio una joven de 25 años aproximadamente llorando y suplicando que por favor haga algo que siquiera vaya a verla, que su madre daba gritos de dolor y los medicamentos no le hacían efecto, se arrodilló ante el doctor y lloró inconsolablemente.
El doctor mandó a las demás arealizar las visitas correspondientes y nos dijo que nosotras lo acompañaríamos a realizar esa visita.
Al aproximarnos a la sala donde se encontraba la paciente, pudimos escuchar gritos de desesperación acompañados de llanto y sufrimiento, ingresamos a sala y el panorama fue desolador, una mujer se retorcía de dolor, con sus manos abrazando su vientre, su familia trataba de tranquilizarla,algunos sólo observaban, y otros lloraban.
El médico la examinó de forma general y nos hizo aproximarnos muy cerca, sentimos un olor desagradable y penetrante, casi inaguantable, pero no podíamos retirarnos así que continuamos, el estado de la señora era crítico, el cáncer había invadido la mayor parte de los órganos del cuerpo, no había podido dormir bien hace unas 2 semanas, sólo lapsos de sueño de10 a 15 minutos, se le hacía difícil respirar y hablar, tosía y escupía varias veces.
Pude mirar la cara de sus familiares, en especial del marido y de la hija, lo que estaban viviendo les parecía una pesadilla, su impotencia se reflejaba en sus actos, trataban en vano de apaciguar en algo el dolor pero era inútil, el doctor dio nuevas instrucciones para aumentar la dosis de la medicación peroindicó que era muy riesgoso, nadie pudo oponerse sólo querían ver a su madre poder dormir unas cuantas horas, especialmente ella que se encontraba muy cansada fue la primera en agradecer al doctor que ordene el aumento de dosis, luego nos ordenó retirarnos y continuar con las visitas correspondientes.
Esa imagen se grabó tan profundamente que aún cuando la recuerdo, me causa profundo pesar y miedo,porque no quisiera pasar por la misma experiencia que pasó la paciente, nadie tiene la salud asegurada, podría pasarle a cualquiera, y pensar que en esos momentos sólo puedes esperar que el sufrimiento termine, porque la ciencia médica ya no puede hacer nada por ti, esperar un final un desenlace que parece nunca llegar, querer que todo termine para poder descansar y nadie puede ayudarte, sólo...